República Dominicana confía su desarrollo turístico en el segmento corporativo, ya que de acuerdo a estadísticas del Banco Central de República Dominicana, durante 2014, el país recibió más de 105.000 turistas de conferencias, lo que distingue a este sector como importante generador de ingresos, empleos e inversión extranjera. El Nacional
“Uno de los segmentos más representativos de República Dominicana es el segmento de reuniones, pues nuestro país ofrece una gran diversidad de destinos e infraestructura para cualquier tipo de evento”, dijo Magaly Toribio, asesora de Marketing del Ministerio de Turismo de República Dominicana. “Podemos brindar servicios a grupos de todo tamaño y satisfacer todas las necesidades que puedan tener nuestros visitantes de este segmento para crear experiencias productivas y memorables”.
Además de un clima privilegiado y atracciones naturales y culturales, cada sub-destino ofrece una experiencia diferente y personalizada que contribuye al éxito de eventos de cualquier magnitud.
Para reuniones de tamaño mediano, Puerto Plata, La Romana y Bayahibe son las mejores opciones. Puerto Plata, por ejemplo, es un destino de primera clase para eventos deportivos, y La Romana cuenta con famosos campos de golf para disfrutar al máximo del tiempo libre. El área turística de Bayahibe es un encantador pueblo de pescadores y se destaca por sus playas.
Si las reuniones son pequeñas, los destinos de Samaná o Santiago son los recomendados. En Samaná abundan las excursiones naturales y actividades que se pueden disfrutar en grupo, mientras que en Santiago se puede disfrutar de auténticos restaurantes, cultura, tiendas, vida nocturna y los mejores cigarros del país.
Jarabacoa, Constanza y Barahona complementan la oferta de los principales destinos y garantizan fomentar el espíritu de equipo con actividades como escalar los picos más altos del Caribe, hacer surf y caminatas por las áreas más verdes de República Dominicana.
El país, también, cuenta con un excelente sistema de autopistas, una ventaja a la hora de planificar actividades antes y después de una convención, pues la cercanía entre los destinos permite que los visitantes vayan de un lado a otro multiplicando sus experiencias y aprovechen al máximo su viaje.