Viajar con niños que presenten alguna condición especial, bien sea Autismo, Síndrome de Down, Trastorno de hiperactividad y déficit de atención u otro, no tiene por qué ser una idea descartable, si tomamos en cuenta algunas consideraciones antes, durante y después del traslado.
Por Joselina Rodríguez / ClaseTurista
Ante este escenario, dice la Dra. Verónica Roz, Pediatra Puericultor, que “lo más importante es saber que el viaje es para el disfrute de nuestros pequeños y no de nosotros, porque si es así, entonces recomiendo preparar un viaje sólo para adultos”. Roz quien labora en la Clínica Chilemex de Puerto Ordaz, estado Bolívar, compartió con Clase Turista Venezuela, algunos tips de interés para aquellas familias que deseen planificar un viaje con niños especiales:
– Se recomienda que sea un desplazamiento de pocos días, ya que al sacarlo de su zona de confort enfrentamos problemas de conducta.
– Consultar con el pediatra el tipo de transporte a emplear al momento del viaje, bien sea aéreo, marítimo o terrestre. Asimismo, plantearle al profesional de la salud, si existe la posibilidad de medicar al pequeño en las horas de viaje, en caso de ser muy hiperactivo.
– Viajar en compañía de otras personas adultas es lo más aconsejable, para que pueda prestarle ayuda en el caso de traslado de equipaje, check in, check out, desplazamiento a otros sitios, etc.
– Aunque los lugares al aire libre son los más propicios para los pequeños, cada padre debe conocer los gustos de sus hijos, conclusión que le permitirá definir si llevarlo a la playa, al campo, a la montaña o a otra ciudad. Deberá también considerar que entrar en contacto con mucha gente, los pondrá nervioso.
– Dependiendo del lugar seleccionado, los padres deberán escoger minuciosamente el tipo de actividades que realizará su retoño durante todo ese tiempo, para que no se aburra ni se intranquilice tan pronto. Quienes tengan niños con autismo moderado a severo, por ejemplo, deben saber que podrían presentar trastornos de sueño, respuestas inusuales a diferentes estímulos sensoriales (no les gusta ser tocados, hay hipersensibilidad a ciertas texturas, intolerancia a ruidos, entre otros)
– Equiparnos con los juguetes o instrumentos que mejor maneje el niño. Hoy en día existen aparatos electrónicos que nos pueden ayudar, como ipad, audífonos, juegos de mesa, etc.
– Siempre que viajemos con nuestros infantes, debemos participar su condición a la tripulación, acompañantes o agentes de seguridad, para que estén al tanto de sus actitudes y conductas en público. En cuanto a esto la Dra. Roz enfatiza que lamentablemente no existen normativas ni en aviones, ferry o buses, que ayuden a los padres ante cualquier caso de emergencia, por parte de los responsables de la seguridad y atención al turista.
– Si considera que su niño se sentirá más cómodo con su mascota: ¡Llévesela! No olvide cumplir con los respectivos trámites legales que requieren las mismas, llámese documentación o vacunas.
– En cuanto a alimentación se refiere, debemos irnos equipados en sabores y gustos propios de cada niño. Por ejemplo, para los niños autistas, hiperactivos y con trastornos de atención, la dieta debe ser exenta de gluten y caseína. La misma es el eje central del manejo dietético actual, tomando en cuenta que tenemos una gama de tubérculos, almidones y hortalizas como el plátano, batata, yuca, apio, maíz, arroz, chayota, auyama y zanahoria. Basados en eso podemos llevar galletas de arroz, bollitos, arepas, platanitos, jugos o agua. Si se come en un restaurante se debe evaluar el respectivo menú. De igual manera, no olvidemos que para sustituir la leche contamos con batidos de arroz, almendras, ajonjolí, papas o coco. En el caso de niños con Síndrome de Down la alimentación varía porque si puede comer de todo.
Sea cual sea su elección, tome en cuenta que su pequeño merece tener unas vacaciones placenteras y especiales, que requerirán de su completa disponibilidad, atención y esmero. No olvide consultar con su médico de cabecera, cualquier duda o inquietud que pueda presentar.