Patricia Velásquez: Donald Trump es una gran persona

Patricia Velásquez: Donald Trump es una gran persona

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Patricia Velásquez Semprún se confiesa. Quien fuera finalista de Miss Venezuela y top model se decidió a contar sus aventuras y desventuras en Sin tacones. Sin reserva (Cangrejo ediciones), volumen donde la también productora repasa su origen indígena, su tránsito por México, su papel en el negocio de la moda y su incursión en el cine de Hollywood. Acá la entrevista que le hiciera Héctor González para la revista ¡Hey! de México





Escribir unas memorias: ¿vanidad o redención?

Creo que es una forma de ayudar, sentí que era el momento. Además soy una persona bastante tímida. De hecho fue un proceso doloroso porque reviví historias que tenía casi olvidadas. Pero bueno, si podemos usar eso para inspirar a otros a que vivan su verdad y no cometan los mismos errores que yo, entonces hay que hacerlo.

¿Digamos que fue algo liberador?

Sí. Muy liberador. Hasta el punto en el que dices “Es verdad que las cosas pasan cuando tienen que pasar”. Incluso ahora me pregunto por qué tardé tanto en hacerlo.

¿La belleza es tan solo vanidad?

La belleza es un vaso mitad lleno, mitad vacío. Al principio te escogen porque estás linda y eres joven, pero ahora no tengo problema con el paso del tiempo. Hay gente que se resiste y quiere tapar los años, no es mi caso pero lo entiendo. A nivel laboral, mira a las chicas de mi edad. Gwyneth Paltrow ha dejado los protagónicos. Las actrices maduras están en series no en películas. Por eso yo mejor produzco mis filmes.

¿La edad le juega en contra?

Claro… Es que para los varones es diferente en cuestión de cine. Pero no me deprimo, al contrario, soy feliz haciendo mis proyectos. La película de Fina la terminamos en septiembre y ya ganamos en dos festivales. La felicidad está en encontrar lo que alienta tu alma.

Perdóneme, pero dicho así suena como una fórmula de superación personal

Lo que pasa es que tú estás partiendo de que el éxito está ahí; y no. Ser exitosa no significa que no tenga problemas en el día a día. Por supuesto que es más fácil hablar cuando estás en las portadas de las revistas, cuando hay comida y dinero. Pero también es cierto que por mucho que caigas, si tienes un objetivo especifico la lucha diaria hace que te repongas.

¿La belleza le abrió puertas?

No sé, las cosas no pasan de casualidad. Uno debe trabajar, el esfuerzo sienta las bases para que todo vaya bien. Me pasa mucho con la fundación, hemos ayudado a muchas personas. No tengo ningún problema yendo a Nueva York para ver a Donald Trump y pedirle dinero.

¡A Donald Trump! ¿No la discriminó?

Sabía que algo me ibas a decir, pero fue el primer nombre que se me ocurrió. No. Donald Trump es una gran persona y un hombre de familia.

¿Qué le dejó haber sido modelo? De pronto hay un estigma contra ellas…

Todos los negocios están estereotipados. Lo único que rompe con los esquemas es vivir con honestidad. El trabajo muestra quién eres. Una niña sin inteligencia no hubiera podido ser supermodelo; en esa época éramos como las grandes estrellas de rock pero la realidad es que todo el tiempo estás sola. Una vez iba al aeropuerto —rumbo a Holanda— y me llamaron para cambiar y decirme “te vas a Dubai”, así te cambiaba la vida. No podía hacer planes, nunca estaba con la familia.

¿Cuándo fue la última vez que buscaste tu nombre en Google?

La semana pasada. Lo busqué porque estoy tratando de comprar una casa en Los Ángeles y fui a ver a la dueña. Comenzamos a hablar y le dije que me podía buscar en Google. Por supuesto poco después me metí para cerciorarme de que no fuera a salir algo negativo.

 

Nació en Guajira, Venezuela, en 1971. Fue finalista del certamen Miss Venezuela en 1989. Modeló para firmas como Chanel y Dior. En 2002 creó la fundación Wuyúu Tayá. Ha participado en las películas ‘Zapata’, ‘El regreso de la momia’ y ‘Liz’