Lo ha dicho en varias oportunidades: cada temporada vacacional es “agridulce” en Margarita, ya que es una de las pocas alternativas para viajar y que además da la sensación a los connacionales, que se está saliendo del país sin ser así, lo que aumenta el atractivo, haciendo que mucha gente se traslade a la región en cantidades satisfactorias, aunque no estén dadas las condiciones para recibirla, dado el desabastecimiento.
Esa es la percepción que tiene en estos momentos Teodoro Bellorín, presidente de la Cámara de Comercio regional y segundo vicepresidente de Consecomercio, quien aseguró que todos los entes involucrados en la actividad turística en la entidad, hacen hasta lo imposible por atender a los temporadistas de la mejor manera.
Explicó que lo dulce es recibir tantos turistas y lo agrio, que los empresarios del sector hotelero, especialmente los que operan con la modalidad del todo incluido, “hacen malabares y milagros para conseguir los ingredientes básicos para preparar las comidas”.
Bellorín refiere las penurias que pasan los hoteleros y dueños de restaurantes para conseguir un saco de harina de trigo o una paca de harina de maíz precocida, para surtirse un día, al igual que para localizar productos de aseo personal.
Lo mismo pasa para conseguir pescado que es muy costoso a pesar de ser ésta una zona pesquera, y ni hablar de la carne y el pollo, rubros que han incrementando de precios de manera exorbitante, lo que encarece los paquetes vacacionales.
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