En cuanto a los contras, hay muchos y diversos. Entre ellos el transporte público, una calamidad que viene de la mano con la explosión demográfica de la ciudad. En la actualidad un hecho bochornoso que marca y etiqueta a Maracaibo, es la desaparición acelerada de los vehículos” por puestos” como se le llama en la tierra del sol amada, los mismos prestan el servicio de transporte público, cuya responsabilidad es competencia del gobierno de Maduro que se hace el loco.
Sorprende admitir que más de la mitad de la flota del transporte público en Maracaibo está paralizado por efectos de la mala política del gobierno nacional con relación al parque automotor nacional, sometido al rigor de la escasez que arropa prácticamente todos los sectores del país, traduciéndose en falta de cauchos, baterías y piezas de auto repuestos, en fin, de todos los accesorios que requieren carros, autobuses y busetas. La única solución a esta problemática es la voluntad política de los tres niveles de gobierno, dado que cada uno tiene su cuota parte de responsabilidad pero principalmente el gobierno nacional, ese de Nicolás Maduro que llaman el gobierno claridad para la calle y oscuridad para la casa.
Según cifras manejadas por el Instituto Municipal de Transporte Colectivo Urbano de Maracaibo (IMTCUMA), había más de 7.800 carros por puesto y ahora van quedando menos de 3,800 toda una tradición que desaparece en estos dos años de gobierno de Maduro, borrando de nuestra memoria histórica esa tradición de los maracaiberos como son los “por puestos”. También los buses están aquí parados porque no tienen cauchos, ni tienen baterías y mucho menos repuestos. Esta situación produce sus efectos perversos en la población que se evidencia en las largas colas que hacen los usuarios en las distintas paradas muy especialmente el oeste de Maracaibo abandonado a su suerte, un atraso sin límite en esta materia de servicios públicos.
Por ejemplo, rutas de buses como las Ruta 6 y como por puesto de Pomona, Hospital, Ruta 2, están paralizados por falta de cauchos, la ruta más afectada es la de Bella Vista, lo cual genera un caos de transporte en las horas pico. Por tanto, se debe impulsar políticas públicas urgentes para paliar la inflación a través de la Proveeduría de Transporte y ayudarlos con cauchos que necesita el transporte público.
Pero esa Proveeduría la maneja el gobierno con una gerencia muy criticada por los chóferes. Es desesperante, lo que está viviendo el pueblo de Maracaibo. Un transporte publico conformado por carros viejos, marañados, con piezas malas, usadas, con reemplazo, con repuestos que no son originales y así salen a trabajar, esto pone en peligro la vida de los transeúntes, lo cual, sin lugar a dudas, es injusto y violatorio de los derechos humanos de los ciudadanos de a pie en nuestra querida Maracaibo que no se rendirá jamás, ni al socialismo del siglo XXI, ni mucho menos al centralismo.
Vivimos un retrato de Cuba, la nación convertida en cementerio de carros de los 40, 50 y 60. Para que exista un transporte digno para el usuario con seguridad, higiene y confort es imperativo crear soluciones y desarrollar políticas urgentes para sacar del foso al transporte público. Caso contrario, muy pronto nos veremos inundados de bicicletas y gente de a pie por todos lados.
Arriba Maracaibo.
twitter: @joaquinchaparro.