El uso de redes sociales se ha disparado en América Latina y en zonas peligrosas llenan la ausencia de reporteros, pero su alcance es reducido y no sustituyen la acción controladora del periodismo investigativo, afirmaron este miércoles expertos en el Congreso estadounidense.
Representantes de medios de comunicación y organizaciones sobre la libertad de prensa y periodistas describieron ante la Comisión de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes un escenario gris para el acceso a la información en el continente, copado por los asesinatos de reporteros y los abusos de poder contra medios.
Pero las redes sociales no son una alternativa completa frente a los reportajes de los noticieros televisivos y los periódicos, cuando estos últimos son asediados por autoridades, como en Ecuador y Venezuela, según señalaron.
“Los gobiernos siguen apuntando a los medios tradicionales para silenciar informaciones porque, a pesar de que las redes sociales están creciendo, los medios tradicionales aún tienen mucha fuerza en América Latina”, dijo Claudio Paolillo, director de libertad de prensa de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP).
Las televisoras, radios y periódicos son los únicos con los recursos suficientes para investigaciones profundas, y por esa razón suelen ser los objetos predilectos de gobiernos como el del presidente ecuatoriano Rafael Correa, estimó Paolillo, cuya organización representa a las grandes empresas de comunicación de la región.
“Y la gente regular no está haciendo reporterismo de investigación, confirmando los hechos; solo denuncian”, añadió.
“Es muy difícil para estas plataformas (digitales) llegar a la mayoría de la población y pagar por el periodismo investigativo”, coincidió Carlos Ponce, director del programa latinoamericano de Freedom House.
Más de la mitad de la población de América Latina no tiene acceso alguno a internet, mientras que sólo un 10% tiene conexiones de banda ancha y otro 20% se conecta a través de los teléfonos celulares, según un estudio del banco de desarrollo CAF divulgado la semana pasada.
Las redes sociales, sin embargo, llenan un vacío importante en las zonas cooptadas por el crimen organizado en México, donde las cabezas de los periodistas suelen tener un precio.
“Hay un vacío de información en muchas partes de México y la gente está completamente desinformada porque la prensa no puede cumplir su rol”, apunto Carlos Lauría, de la Comisión para Proteger Periodistas. En algunos casos “las redes sociales llenan ese vacío”.
Pero las redes sociales tampoco son un santuario de la libre expresión, advirtieron los especialistas.
En Venezuela y Ecuador los gobiernos crean cuentas de Twitter y blogs para “manipular la información”, y usan el sistema judicial para perseguir sitios web, aseguró Ponce. AFP