La niña paraguaya de once años embarazada a consecuencia de una violación, presuntamente perpetrada por su padrastro, dará a luz esta semana en un parto por cesárea, informó a Efe Elizabeth Torales, abogada de la madre de la menor. Así lo reseñó la agencia EFE.
Torales explicó que, según ha podido saber a través de la madre de la niña, esta se encuentra “en buen estado de salud y de ánimo” y en la etapa final de su embarazo
La menor, que está internada en un hospital de la Cruz Roja, en Asunción, dará a luz en los próximos días a una niña, precisó la abogada.
Tanto la niña de once años como la recién nacida estarán bajo la custodia de la madre de la menor.
Torales expresó que la madre tiene “sentimientos encontrados”, ya que por una parte se siente “contenta” por el próximo nacimiento, y por la otra “entiende la gran responsabilidad a la que tendrá que enfrentarse”.
La madre de la niña embarazada goza de libertad ambulatoria, es decir que puede desplazarse libremente pero debe presentarse una vez al mes en el juzgado.
Además, cumple con medidas alternativas a la prisión, después de haber estado recluida en la prisión de mujeres de Asunción por su presunta complicidad en el abuso sexual del que fue víctima su hija, un cargo que posteriormente fue retirado, dijo Torales.
El padrastro continúa encarcelado en la penitenciaría de Tacumbú, en Asunción, como presunto autor de violar a la menor.
El caso de la niña embarazada de once años, conocido como “caso Mainumby”, motivó que varias organizaciones defensoras de los derechos de las mujeres solicitaran que se interrumpiera el embarazo de la menor, aduciendo que se trataba del producto de una violación.
Por su parte, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) instó a Paraguay a que impusiera medidas cautelares para proteger la vida de la menor, dado que su embarazo, considerado de alto riesgo por su corta edad, “podría vulnerar su derecho a la vida y a su integridad personal, física y psicológica”.
El Estado paraguayo rechazó la imposición de medidas cautelares y argumentó que ya habían sido adoptadas “todas las medidas para evitar la impunidad de este hecho ilícito (la violación de la menor) y garantizar la vida e integridad de la niña embarazada y el prenatal”.
El aborto está penado en Paraguay con hasta cinco años de cárcel y solo existe una excepción: cuando la madre corre riesgo de perder la vida y hay una recomendación médica.
En marzo de 2013, el Comité de Derechos Humanos de la ONU, con sede en Ginebra, señaló en un informe que Paraguay debe modificar su legislación sobre el aborto e incluir excepciones a la prohibición de la interrupción del embarazo para permitirlo en caso de violación o incesto.
Un total de 421 niños y adolescentes fueron víctimas de abusos sexuales en Paraguay entre enero y junio de 2015, según los últimos datos oficiales.
En 2014, un total de 684 niñas entre 10 y 14 años, y de 20.009 adolescentes de entre 15 y 19 años dieron a luz bebés vivos en el país.