Contexto Venezuela / Si este domingo fueran las elecciones parlamentarias, ¿Usted por quién votaría, oficialismo o por la oposición? INDUCIDA
Desde los tiempos de la Venezuela rural hasta nuestros días, la mayoría de los electores se ha inclinado más por la acción de votar en vez de elegir, es bueno recordar que durante la democracia representativa todos los partidos políticos invitaban al pueblo a votar por colores y no por nombres y apellidos, sin embargo, detrás de los colores se escondieron muchas personas que no merecieron nunca llegar al poder político si se hubiese elegido.
En la cuarta y en la quinta República la cultura política sigue siendo muy básica y pragmática, las estrategias de captación del voto se resuelven con demagogias y praxis de populismo, en otras palabras cuánto cuesta tu voto y listo, vender tu sufragio es equivalente a callar tus críticas por adelantado si existieran contra la gestión en un futuro lejano o cercano, esto es parte del drama que han vivido la mayoría de los electores venezolanos.
En los contextos electorales llámese nacional, regional o local un grupo significativo de personas difícilmente leen y analizan los programas de gobierno que exponen algunos aspirantes a cargos ejecutivos o legislativos, es decir, que las propuestas gestión de gobierno o parlamentarias son secundarias, basta caerle bien el candidato o verlo inclusive como el más débil, pudiesen ser condiciones humanas que conecten elector con el aspirante, suficiente móvil para votar y no elegir, más que razones, son emociones.
Otro aspecto que motiva a una persona a votar, es compartir con el candidato, pero de inmediato emerge una variable muy relevante que define en buena medida su interés de ir a las urnas, su situación socioeconómica. Se devela, no existe racionalidad a la hora de sufragar.
En nuestro caso concreto, la revolución sabe que la memoria de algunos votantes venezolanos es frágil y el sufragio con criterio y reflexivo existe en contados municipios del país, esta realidad le da fortaleza al Gran Polo Patriótico por contar con una maquinaria electoral apuntalada en el Estado Venezolano.
El comando del oficialismo apunta a construir estrategias para mantener a su capital político en un permanente oscurantismo electoral por situaciones de intereses particulares del propio proyecto. El gobierno haciendo uso de su ventajas se atreve hacer una “comprensión” que está ante un pueblos con una cultura básica que se orienta hacia un camino emotivo, ese voto que no piensa, no es reflexivo, sin criterio, pero es conveniente para su revolución bolivariana, ese voto que espera la dadiva, el regalo, la limosna, el voto emocional pudiera considerarse como un insulto a la inteligencia humana. Además el primer mandatario nacional descartó la posibilidad de que observadores internacionales supervisen las elecciones legislativas de diciembre y dijo que Venezuela “no es monitoreada ni será monitoreada por nadie”…”No lo aceptaremos jamás, por nadie”, dijo Maduro al ser interrogado por la posibilidad de que los comicios cuenten con vigilancia por parte de alguna organización como las Naciones Unidas (ONU)
Hasta el momento la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) es el único organismo internacional que fue convocado por el Consejo Nacional Electoral de Venezuela (CNE). Líderes de la oposición vienen solicitando hace semanas que se incorporen a esta misión organismos como la OEA y la ONU. Ambos han asegurado que están dispuestas a asistir, pero necesitan la aprobación del gobierno de Venezuela.
El plazo para que se haga invitaciones formales a veedores internacionales vence a finales de septiembre. Ahora bien, podemos preguntarnos, ¿Qué busca el gobierno nacional? será bloquear la presencia de observadores internacionales, esta negativa puede introducir una duda razonable acerca de la desconfianza de los resultados electorales incluso para desestimular a una parte del electorado nini o independiente, fundamentalmente aquél que votaría por la oposición, esta estrategia pudiera conectarse con una realidad, la oposición aventaja al gobierno en intención de voto por una brecha que doble o triplica en porcentajes reflejados en varios estudios de opinión. Evidentemente, el gobierno puede estar intentando mover sus piezas en el ajedrez electoral con toda la intencionalidad de estimular una mayor abstención.
Director de la consultora Hernández Hercon
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