Con casi cuatro años de retraso, las elecciones legislativas se celebrarán este domingo en Haití, pero frente a una débil y tardía campaña, la ciudadanía muestra muy poco interés por estos comicios.AFP
Retratos de candidatos y afiches con los colores de diversos partidos invadieron tardíamente el espacio público. Ante un poste de electricidad recubierto de fotos de distintos candidatos a diputados o senadores, Luckson permanece totalmente indiferente.
“A él, lo conozco pero no hará nada por mí. A ella, nunca le había visto el rostro”, dice este lustrabotas al observar sucesivamente los retratos que pusieron sobre su calle.
Los comerciantes vecinos y sus clientes hablan sobre la identidad de los candidatos, discuten sobre el pasado de estos aspirantes a los puestos legislativos. Pero todos están de acuerdo en un punto: no irán a votar el domingo, “porque eso no sirve para nada”.
En un país donde la política es percibida como un espacio ganado por el clientelismo y la corrupción, la gran mayoría de los ciudadanos pobres no creen en el poder de sus votos.
En las últimas elecciones que se realizaron en Haití -la segunda vuelta de los comicios presidenciales en 2011- menos de un cuarto de los ciudadanos emitieron su sufragio.
Para renovar este domingo la totalidad de los cargos de diputados y dos tercios del Senado, las estimaciones prevén una tasa de participación que apenas alcanzaría al 15% de la ciudadanía.
La comunidad internacional, que ofrece apoyo financiero y logístico para celebrar estas elecciones, se inquieta ante la apatía de los haitianos porque amenaza el éxito de los comicios.