El presidente Evo Morales culpó a las potencias de influir en la baja del petróleo y de las materias primas para frenar el avance de países en desarrollo y así evitar su competencia, reseña AP.
“No tengo nada que mentir, pero tampoco es para asustarse. Estimo que vamos a tener una baja por exportaciones de unos 2.500 millones de dólares este año (casi 20% menos que en 2014). Siento que las potencias hacen acuerdos para que no haya competencia de países en desarrollo”, dijo el mandatario el jueves en su mensaje al país por el aniversario patrio.
No obstante, Morales anticipó que Bolivia crecerá un 5% este año, casi un punto menos de lo que proyectó al empezar 2015.
“Nosotros estamos en proceso de liberación y (las potencias) quieren dañarnos por la parte económica”, dijo y aseguró que su gobierno acudirá a las reservas que acumuló en los años de auge de hasta 31.000 millones de dólares para sostener el crecimiento económico.
Morales anticipó inversiones por 8.200 millones de dólares en carreteras hasta 2020 y el jueves amplio un subsidio a las embarazadas de 127 dólares durante el embarazo el mismo que llegará a 285.000 mujeres, seis veces la cobertura del actual subsidio prenatal.
El mandatario dijo que a pesar de las críticas, seguirá comprando aviones para una aerolínea estatal que creó en su gobierno y para las fuerzas armadas. Serán sobre todo aviones de uso civil, aclaró sin detallar cantidades ni montos.
“Soy anticapitalista porque el capitalismo hizo mucho daño”, dijo el mandatario que lleva casi una década en el poder.
La Comisión para América Latina y el Caribe redujo la semana pasada a 4,5% el crecimiento de Bolivia este año que estará entre las naciones con mayor crecimiento en medio del retroceso que afecta a la región por la desaceleración de China.
Analistas habían anticipado que la caída de ingresos sería de 2.500 millones de dólares al empezar el año que en ese entonces el gobierno desestimó esos pronósticos.
La baja en los ingresos comenzó a provocar inquietud y protestas en regiones como Potosí, al sur, cuya economía depende de la minería.
Aunque el auge de precios comenzó a declinar en 2011, Bolivia sintió los efectos este año tras la caída de precios del petróleo y cotizaciones menores de los minerales ya que cerca del 50% de las exportaciones fueron gas natural y poco más del 25% fueron minerales en 2014.
“Nosotros estamos en proceso de liberación y (las potencias) quieren dañarnos por la parte económica”, dijo y aseguró que su gobierno acudirá a las reservas que acumuló en los años de auge de hasta 31.000 millones de dólares para sostener el crecimiento económico.