La escasez de medicinas se agudiza. El desabastecimiento alcanzó el 70%, según el propietario de una farmacia barquisimetana, quien solicitó resguardar su identidad, reseñó El Impulso.
Por Lorena Quintanilla Muñoz
“La reposición del inventario está sumamente comprometida”, apuntó.
Esta situación y testimonio es recurrente. La historia se repite en los diferentes establecimientos farmacéuticos, donde se aprecian los estantes vacíos, los avisos de que no hay ciertos medicamentos y el temor de los encargados a ofrecer declaraciones sobre esta innegable realidad.
“Sólo puedo decir que este problema es grave y se le escapó de las manos al Gobierno”, dijo el regente de otra farmacia.
La realidad, prosiguió, es que los laboratorios no tienen dólares para importar la materia prima, las droguerías tienen muy poco o nada que ofrecer a las tiendas pequeñas y mucho menos a las grandes cadenas, en consecuencia, la salud del consumidor final está en riesgo.
“Hay productos que prácticamente desaparecieron, como el losartán potásico (antihipertensivo), otros aparecen y desaparecen como el Eutirox y en este momento hay un grave problema de anticonceptivos y preservativos, por lo cual hemos visto que hay una importante salida de pruebas de embarazo”, aseguró el primer entrevistado.
Al consultarle por qué no se aprecian antimicóticos en los estantes, refirió que estos productos pasaron a la categoría cosméticos, es decir, ya no se trata de un insumo médico, por lo cual no se importan a la divisa preferencial.
“Productores, mayoristas, minoristas e intermediarios estamos de manos atadas. Así como los usuarios revisan los portales web para conocer si hay o no tal medicina, nosotros cazamos en qué droguerías adquirir los productos para reponer el inventario, y eso es todo el día, en la mañana, tarde, noche y madrugada. Es desesperante y muy preocupante. Tenemos dos años padeciendo esta crisis”.
Nuevas presentaciones
El encargado expresó que anteriormente podía ofrecer seis marcas de un mismo medicamento, ocurría con los ibuprofenos.
De seis pasó a cuatro y dos marcas y de pronto llegó un momento en el que se agotaron todas.
Con el tiempo fueron apareciendo pero bajo nuevas presentaciones y nuevos precios.
“Por ejemplo, un ibuprofeno de 400 mg que el año pasado valía 7 bolívares, apareció de 200 mg a 120 bolívares. Eso está pasando con muchas medicinas. Los tiocolchicósido antes venían de 12 tabletas y costaban 30 bolívares, ahora aparecen de 20 tabletas en 120 bolívares”.
No hay
Hasta hace una semana no había ninguna presentación de pastillas anticonceptivas ni preservativos, tampoco pastillas de emergencia.
Ante ese déficit se comenzaron a vender muchas pruebas de embarazo, es lo más grave, así como la escasez de algunos antihipertensivos que eran muy económicos.
Desde hace tres meses la amlodipina de 5 mg no llega a esa farmacia.
“Estamos en un punto en el que no hay ninguna presentación de ese medicamento. Asimismo, el segmento de las fórmulas infantiles está muy complicado”.
Compras nerviosas
Explicó que de las 4.500 marcas en su sistema, 600 generan la mayor cantidad de ventas, entre las cuales se encuentran las medicinas que no se consiguen. Los productos de más alta rotación son los que están generando más problemas. A esta condición se le suma la acción de las compras nerviosas.
“Un paciente hipertenso que no puede dejar de tomar su medicina porque pone su vida en riesgo, al encontrar 12 cajas para todo el año, las compra. Uno se ve en la penosa necesidad de pedirle el récipe o de sólo venderle dos cajas por compra. También están los clientes que mandan a otra persona… esto está muy complicado”.
Riesgo
Hay productos que el regente ha vendido luego de comprar grandes volúmenes. A la fecha se le agotan y no encuentra cómo reponer esa mercancía. Al acudir a las droguerías manifiestan que están en una situación similar, así que todo es una cadena.
“Tengo tres semanas sin recibir un frasco de acetaminofén pediátrico. Aquí vendemos en función a la demanda para mantener el negocio en pie. Me preocupa que esos productos que repongo a diario no los estoy consiguiendo”.
Primeramente, está en riesgo la salud de a gente, luego la estabilidad laboral.
Si esto no cambia, será insostenible, por mucho que me mueva, consiga y guarde, dijo.
Añadió que casi no llegan vitaminas para adultos. Marcas de alta rotación como el Centrum, desaparecieron.
Las soluciones de hidratación para niños desaparecieron.
“A la droguería pueden llegar 500 cajas contentiva de 12 sueros, entonces le mandan un frasco a cada farmacia, anteriormente podíamos comprar por cantidades. Lo agradable de tener una farmacia es prestar un servicio a la comunidad, hoy en día el negocio está mal porque no puedes hacerlo eficientemente”.
Sufren todos
Reiteró que el más perjudicado es el consumidor final.
La cadena grande también está afectada porque tenía una manera de trabajar, planificaba sus compras trimestrales, normalmente hacían un gran compra y se mantenían trabajando con ello hasta el próximo trimestre.
Ahora, los pequeños comercios tienen cierta ventaja porque pueden comprar a diario. No obstante, sólo pueden adquirir uno que otro producto.
Insostenible
Contó el farmaceuta con más de 20 años de carrera que hay gente que no tiene idea del negocio.
“Un político declaró, cuando hubo la crisis del chicunguña, que recibieron 10 millones tabletas de acetaminofén y resulta que eso no alcanza ni para un dolor de muela. 10 millones de tabletas para 24 millones de venezolano se traduce en la cuarta parte de una pastilla por persona. Lamentablemente, el sector está en manos de gente que no tiene idea de cómo funciona esto, si no hay las divisas para que laboratorios y las droguerías puedan trabajar esto será insostenible”.
Precios elevados
Los productos NOW y GNC?tienen una diferencia de precio increíble. Pasaron de 300 a 2.000 bolívares. Es posible que también hayan pasado a otra categoría.
Lo más grave es la reposición de los inventarios y la escasez de anticonceptivos, antihipertensivos, anticonvulsivantes, insumos muy delicados, vitaminas para las embarazadas y medicamentos para efectuar las cesáreas.
“Las droguerías se esfuerzan para distribuir equitativamente los insumos, pero es realmente difícil, el problema de las divisas complicó todo el sistema”.
Nada ha variado
La realidad es la misma que expusimos en marzo de 2015 cuando se realizó la Asamblea de la Federación Farmacéutica Venezolana en el auditorio de la UCLA, expuso Omar Álvarez, miembro directivo del Colegio de Farmacéuticos del estado Lara.
“En este momento, en el mes de agosto, la situación no ha cambiado para nada, la escasez de medicinas en la capital es del 60% y en el interior del país alcanza el 70%. En los pueblos es mucho peor y en regiones como Bolívar, es crítica”, expresó.
El Ejecutivo nacional es el culpable de esta crisis de desabastecimiento en el sector farmacéutico, apuntó.
“El Gobierno no liquidó las divisas necesarias para importar la materia prima, por lo cual todo sigue igual. Mientras más te alejas de la capital, la situación se agrava”.
Indicó que farmaceutas, laboratoristas, especialistas, médicos, conforman redes para saber dónde se consigue determinada medicina y comunicárselo a la gente.
Álvarez precisó que hay problemas para conseguir los medicamentos que sirven para bajar la fiebre y calmar el dolor, tanto para adultos como para niños. “No hay fenobarbital para las personas epilépticas, no hay medicinas para los diabéticos. Las pastillas anticonceptivas desaparecieron. El Gobierno dijo que trajo pero, ¿dónde están? Los métodos anticonceptivos desaparecieron. Ahora las damas recurren a los dispositivos intrauterinos. Las vitaminas en todas sus presentaciones también está escaseando, así como las fórmulas lácteas”.
“No pretendemos alarmar a la gente, esto ya no es una alerta, es una realidad. Reafirmamos que no vamos a cerrar farmacias. Seguiremos trabajando con lo que tenemos y les pedimos disculpas a la población por no satisfacer sus requerimientos”.