Me voy porque el dinero no me alcanza”. Expresiones como la del señor José Guerra se escuchan cada vez con más frecuencia en ventas de empanadas de Puerto La Cruz. “Antes uno podía comprar una empanada con Bs 50, pero ahora eso es imposible”, señaló Guerra al salir con cara de asombro de un kiosco donde una le podía costar hasta Bs 250, según lo reseña eltiempo.com.ve
Por
Rosalba Sifontes, dueña de un local ubicado en la avenida Stadium de la capital del municipio Sotillo, indicó que el incremento de uno de los principales desayunos de los venezolanos se debe al alto costo de la materia prima (harina de maíz, aceite, pollo, carne, queso).
“Hace ocho años, el kilo de chuleta me lo vendían a Bs 11 y ahora la compro a Bs 920”, refirió Sifontes.
La vendedora, quien ofrece las empanadas entre Bs 200 y Bs 250, dijo que a pesar de lo difícil que es actualmente conseguir los productos de la canasta básica, tiene una “manera cómoda para comprarlos”. “Para acá vienen varios proveedores que me surten de material, por eso nunca falta”.
Distinto es el caso de José Gil, propietario del kiosco La Familia, quien tiene que ir al mercado municipal de Puerto La Cruz para adquirir los ingredientes de las empanadas.
“Es difícil mantener el negocio porque todos los días suben los precios. Por lo menos ayer fui a comprar pescado y me costó Bs 380 bolívares (miércoles 5 de agosto) y hoy (jueves 6) ya está a Bs 450. Hasta las servilletas están caras, las compraba a Bs 90 y subieron a Bs 200”.
Gil apuntó que cuando escasean los alimentos bajan la santamaría para no comprarles a los revendedores y tratar de mantener el precio de las empanadas entre Bs 90 y Bs 100.
AL MERCADO NEGRO
Otros expendedores han tenido que recurrir al mercado negro para poder abastecerse.
Este es el caso de Virginia González, propietaria del kiosco La Gracia de Dios.
“Tengo que comprar con sobreprecio porque en los chinos (abastos) no hay y si vas a los supermercados tampoco consigues harina de maíz ni nada”.