¿Te provoca comerte un buen pabellón? Necesitas 10 días de salario para prepararlo

¿Te provoca comerte un buen pabellón? Necesitas 10 días de salario para prepararlo

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10 días de trabajo. Eso es lo que necesita María, Alejandro, Douglas o cualquier persona que devengue salario mínimo para poder hacer un pabellón criollo para la familia. Debe gastar 2 mil 495 bolívares, lo que es igual a 34% del sueldo básico en el país.

La carne es lo más costoso del plato. 960 bolívares cuesta el kilo de primera en frigoríficos modestos. En otros lo ofrecen hasta en mil 200. En supermercados hace más de un año que no se exhibe en sus neveras porque no hay proveedor que cumpla con el precio regulado por la Sundde. Las caraotas negras tienen impreso el sello de lujo al aumentar hasta en 300% en los últimos seis meses. Por 500 gramos hay que pagar 500 bolívares.

Pero para preparar ambas comidas se requiere del conocido sofrito cotizado en 854 bolívares al incluir un kilo de pimentón en 300, uno de ají en 219 y de cebolla en 335 bolívares. El arroz regulado a 25 bolívares el kilo desde octubre de 2014 tiene meses ausente en los anaqueles; en su lugar se observa con intermitencia otros de tipo especiales como el parbolizado o el de especies finas a 80 el kilo.

Lo más económico del pabellón son los plátanos. En mercados populares los venden en tres unidades por 100 bolívares. Hace cuatro meses ofertaban cinco por el mismo precio lo que representa un incremento de 40%.

Alza hasta de 2000%

Sus caras lo dicen todo. Los comerciantes suspiran, cierran los ojos y al abrirlos reflejan una mirada de preocupación. “Me he tenido que endeudar para poder seguir con el negocio”, dijo Eulogio Peña para explicar que cada semana al hacer un pedido no le alcanza el dinero para reponer inventario por los constantes aumentos. La caraota es lo más representativo con un alza de 2200%. Tuvo que dejar de venderla cuando hace unos días el proveedor le llevo un saco de 50 kilos en 33 mil bolívares, el mismo que dos meses atrás pagó en mil 500.

Desde enero las cuentas no son las mismas para quienes se dedican a comercializar legumbres y verduras. Un saco de yuca de 65 kilos pasó de dos mil 500 a cuatro mil bolívares; el de papa de 44 kilos de tres mil 200 a seis mil 500; Una cesta de 70 plátanos pasó de 750 a dos mil; la de 17 kilos de pimentón varió de mil 600 a tres mil 500; el kilo al mayor de cebolla dejó de costar 55 y pasó a 300 bolívares; y la cesta de 254 kilos de tomate aumentó 328% al pasar de mil 400 a seis mil.

Vía El Carabobeno.

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