El proceso electoral que deberá realizarse el 6 de diciembre sigue su curso. Recientemente, los partidos políticos acudieron en cada entidad federal a hacer efectiva la postulación de sus diversos candidatos, como corresponde e impone la democracia formal.
En dos grandes bloques se centra la atención del electorado venezolano aun cuando también observadores de otros países siguen con detenimiento el agotamiento de un modelo que pudo mantenerse a cuenta del chorro de dinero que ingresó al país mientras el petróleo estuvo sobre los 100$.
Las elecciones parlamentarias venezolanas de acuerdo a los sondeos de opinión marcarán un punto de inflexión en el sistema político venezolano. No se trata de un cambio brusco ni violento del régimen político que, en fin de cuentas, es lo que cambia. Insinuamos una transición continua hacia un sistema que no reciba las perturbaciones que hacen inviable el gobierno de Maduro, en razón de ello, el nuevo sistema deberá buscar un nuevo punto de equilibrio.
El sistema electoral venezolano fue diseñado por los que hoy detentan la mayoría para producir organismos de representación con fuerte predominio de los grandes partidos o coalición de ellos, por lo que terceras opciones quedan técnicamente excluidas. El último sondeo de opinión de Datanalisis revela que la oposición superaría por cerca de 20 puntos al gobierno y las terceras opciones se diluyen al inclinarse los indecisos por alguno de los dos grandes bloques, pero mayoritariamente hacia la oposición.
El grupo de partidos que se agrupan en la MUD lograron, una vez más, acordarse en torno a una oferta electoral unitaria pero además, en un esfuerzo de mayor calado político, que trasciende lo estrictamente electoral, anuncian todo un plan que implica acuerdos para el desempeño de los parlamentarios electos, así como también, la política que habrán de impulsar en una nueva AN con mayoría de los partidos democráticos.
LA MUD cumplió con sus electores, y quienes se presentan como alternativa distinta a ella frente al chavismo no son más que nuevos integrantes del “madurismo-ricardismo-cabellismo” que pretenden crear dudas acerca de la propuesta unitaria presentada por la oposición. Habría que decir, que la oposición, en una medida profiláctica, optó por sacudirse de un partido porque en ellas puso sus manos el gobierno a través de una operación judicial.
El empeño de tomar los resultados de las parlamentarias del 2010 para convertirlas en verdades universales revela una ligereza analítica que las descalifica, puesto que no es suficiente que aparezca una candidatura distinta a los bloques mayoritarios para que se convierta en una alternativa atractiva para los electores. Es necesario que las condiciones las favorezcan; resulta demasiado obvio que las condiciones de entorno de las elecciones del 2015 serán -y ya lo son- bastantes distintas a las del 2010, por lo que tomar el comportamiento electoral del 2010 como una verdad que se reproducirá nuevamente, es cuando menos una ingenuidad.
Quienes candorosamente insisten en querer replicar acontecimientos pasados al futuro también se han empeñado en hacer creer que vetustos partidos como el MAS y URD pueden servir como terceras opciones electorales. No creo que quienes así piensan lo hagan para beneficiar al gobierno, aunque lo hacen, más bien, sospecho que les atormenta el éxito de otros. Tan atormentados que frente a una mujer perfecta dirán que le sobra una pestaña o viceversa.
Los resultados electorales del 6D estarán signados por una intensa polarización. El país se encuentra dividido en dos sectores claramente definidos: el gobierno, que cae estrepitosamente en las encuestas, y otro, que aumenta sus simpatías en cada sondeo de opinión. En esas circunstancias, el nuevo cuerpo legislativo se conformará con dos bloques parlamentarios, uno, la MUD con mayoría, y otro, el oficialista, que debutará como minoría.
Nadie lo debe dudar, la oposición va unida y compacta a lograr el mayor éxito electoral nunca alcanzado en 15 años. Mientras tanto, algunos, muy pocos, seguirán en sus cuevas retocando argumentos para desestimular la opción opositora.
Será inútil…
@leomoralesP.