Las intensas lluvias que se registraron en todo Uruguay a partir del 11 de agosto, que aumentaron el caudal de distintos ríos y arroyos, desplazaron de sus hogares a un total de 1.846 personas, informó hoy el Sistema Nacional de Emergencias (Sinae) del país suramericano. EFE
Esta cifra incluye tanto a quienes fueron evacuados y reubicados por el Sinae en refugios temporales como a aquellos que abandonaron sus casas y buscaron otro alojamiento por cuenta propia.
En tanto, el Instituto Uruguayo de Meteorología cesó esta mañana la alerta naranja que regía sobre 11 departamentos (provincias), así como la amarilla sobre otros cinco, de un total de 19 territorios que conforman el país.
El departamento de Durazno (centro) fue el más afectado, con 1.305 desplazados por la crecida del río Yi, cuyo nivel se encuentra a 10 metros, casi 1,5 metros por encima de su cota de seguridad.
A Durazno le sigue Treinta y Tres (este), con 496 personas que debieron reubicarse por la crecida del río Olimar, cuyos 8 metros exceden por uno su cota de seguridad.
En el resto del país, son 45 las personas tuvieron que desplazarse: 22 en Tacuarembó (norte), 8 en Florida (centro), 7 en Canelones (sur), 5 en Maldonado (este) y 3 en Colonia (oeste).
Asimismo, la Policía Caminera de Uruguay que son 16 las rutas que permanecen cortadas en 22 tramos debido al aumento del nivel de los cursos hídricos en 11 departamentos.
El prosecretario de la Presidencia de Uruguay y director superior del Sinae, Juan Andrés Roballo, viajó ayer a Durazno para visitar las zonas afectadas por las inundaciones y obtener “una impresión directa” de los hechos.
Por su parte, Roballo planteó que el presidente Tabaré Vázquez “está preocupado” por la situación de emergencia suscitada por las precipitaciones y señaló que el Gobierno está buscando crear soluciones definitivas ante episodios que se repiten con regularidad.
El prosecretario mencionó el cambio climático como un factor que está cambiando los “esquemas” de gestión de emergencias, ante lo cual el Gobierno se plantea como herramienta la creación de “una secretaría de medioambiente, cambio climático y agua”.
A modo de ejemplo, Roballo recordó la situación de emergencia agropecuaria por “déficit hídrico” que vivía el país suramericano hace pocas semanas y que se revirtió a un escenario de inundaciones a partir de las precipitaciones de los últimos días.