El Pentágono tiene previsto aumentar el sobrevuelo de drones alrededor del mundo en cerca de un 50 % para intensificar misiones de vigilancia e inteligencia, así como ataques teledirigidos, informó hoy “The Wall Street Journal”.
Según el diario económico, que cita como fuentes a funcionarios del Gobierno, el Pentágono prevé ampliar el número de vuelos diarios desde los actuales 61 hasta alrededor de 90 para el año 2019.
Este será el más importante incremento del uso de esos aviones no tripulados desde 2011 y un paso más hacia la extensión de esta tecnología teledirigida en el ámbito militar, a la que el presidente estadounidense, Barack Obama, ha dado un protagonismo sin precedentes.
El grueso de las operaciones seguirá siendo de vigilancia y recopilación de inteligencia en zonas “calientes” como el Norte de África, Ucrania, Siria, Irak o el Mar de China Meridional, agregó el medio.
Además, el Pentágono contempla que no solo la Fuerza Aérea, que ahora opera el grueso de las misiones con drones como el “Predator” o el “Reaper”, lleve el peso de las misiones.
El Ejército de Tierra operaría unos 16 vuelos diarios, mientras que las Fuerzas Especiales entrarían por primera vez en este tipo de tácticas con varios vuelos diarios de media.
Asimismo, contratistas del Gobierno estadounidense se encargarían de dirigir hasta una decena de vuelos diarios no enfocados en ataques aéreos.
La Armada también está desarrollando un grupo independiente y más avanzado de drones, que operarían desde portaaviones, como en el caso del X-47B, de manera autómata e integrada con otro tipo de fuerzas.
Los drones igualmente son una pieza clave en las operaciones de espionaje de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), que depende en gran medida de las imágenes que les transmiten los militares.
Una de las partes más polémicas de esta cooperación son los ataques aéreos secretos con drones que el Departamento de Defensa y la CIA efectúan conjuntamente para acabar con organizaciones calificadas como terroristas por el Gobierno estadounidense.
En total, EE.UU. podría haber matado en bombardeos con drones a unas 3.000 personas, según estimaciones de varios grupos independientes. EFE
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