El fenómeno El Niño ha acentuado el proceso de deshielo en algunos glaciares de Colombia, los cuales están afectados por los cambios climáticos, informó hoy el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam).EFE
El glaciar Conejeras, ubicado en Parque Natural los Nevados, en la cordillera Central de Colombia, perdió en los últimos cinco meses 2,36 metros de masa helada por el impacto de El Niño, señaló un comunicado de esta institución.
El fenómeno de El Niño se caracteriza por temperaturas inusualmente cálidas en la superficie del océano Pacífico, especialmente en la costa de Suramérica.
El Niño es el fenómeno opuesto al conocido como La Niña, que se caracteriza por una bajada de la temperatura en la superficie del mar.
En la misma Cordillera Central colombiana, el derretimiento del glaciar de Santa Isabel que se registró a principios de este año se debió a la escasa cobertura de nieve que suele proteger al macizo y también a la acumulación de ceniza volcánica que llega del volcán Nevado del Ruiz.
No obstante, el Ideam constató una “ligera recuperación” del glaciar Ritacuba Blanco de la Sierra Nevada de El Cocuy, en la cordillera Oriental, gracias a las precipitaciones en forma de nieve que se han presentado en los últimos meses.
El Cocuy acumuló en los últimos cinco meses un promedio de 80 centímetros de nieve, al parecer por la influencia de la humedad proveniente de la cuenca del río Orinoco.
Los glaciares colombianos son “muy sensibles y responden rápidamente a las variaciones climáticas”, señaló la información.
En este sentido, el director del Servicio Mundial de Vigilancia de los Glaciares, Michael Zemp, aseguró este miércoles en una entrevista con Efe en Ginebra que los glaciares “terminarán desapareciendo” si el proceso de deshielo continúa al ritmo actual.
“Lo que encontramos en los volcanes de Colombia es que la línea de nieve ya alcanzó la cima y que no hay más nieve que se acumula, sólo que se pierde. Todavía hay hielo permanente, pero cada vez se reduce más, hasta su completa desaparición”, alertó el responsable de esta institución, amparada por la Universidad de Zúrich (Suiza).
Para revertir esa tendencia tendría que haber más nieve, las temperaturas deberían bajar nuevamente o tendría que haber menos radiación, “pero ninguno de estos factores parece posible y la situación no parece nada buena”, advirtió Zemp.