Venezuela viene transitando un largo recorrido en un túnel oscuro, muchas veces sin poder ver su salida, aunque a veces creemos ver reflejos de luz que se aproximan, pero solo es nuestra esperanza jugando con nuestra mente para intentar no perderse.
Sin embargo, cada vez esos reflejos de luz se intensifican hasta que ahora vemos el final del túnel, sabemos que se ve a lo lejos y que todavía es mucho el camino que nos queda por recorrer y sin saber cuantos huecos hay hasta allá por la ineficiencia de algunos o inclusive por su maldad, lo que si sabemos es que estamos en el pedazo del recorrido que algunos llamamos transición hacia la luz.
Una semana donde las calles murmuraban, mientras las vidas de muchos continuaban, pero ciertas vidas en particular daban un vuelco, con sonrisas, emociones y mucho amor Daniel Ceballos y Raúl Isaías Baduel podían mirar nuevamente la montaña imponente de nuestra ciudad, podían respirar aire fresco y escuchar voces que hace demasiados meses no las oían, pero muchas sombras revoloteaban alrededor de aquellos gloriosos titulares de libertad, muchos no las veían, otros las sentían muy cerca.
Esas sombras se leían como el inicio de la transición hacia una Venezuela de paz, bienestar y progreso, sin embargo cuando acorralas a un gato en una esquina y se da cuenta que ya no tiene salida se vuelve loco y empieza a tirar arañazos por doquier sin ningún objetivo y eso es lo que viene por que la salida del régimen es inminente, pero no será fácil.
Cuando los medios callaron, poco se escuchaba en la calle sobre lo que ocurría porque el miedo increpaba la acción, pero hoy las calles gritan en unísono, que el bachaqueo es consecuencia de la desesperación de las madres por alimentar a sus hijos, los linchamientos a delincuentes, por la necesidad de salvaguardar un día más su vida y que las largas colas es la resignación de tener que sobrevivir.
Esa calle de gritos se traduce para los expertos en el 80% del país que considera que es URGENTE un cambio, lo importante es que estamos transitando el ultimo pedazo de ese túnel oscuro, donde tenemos que esquivar los huecos y los arañazos del gato acorralado para poder salir a la luz, que se traduce en el CAMBIO.