Joaquin Chaparro: Transición inevitable

Joaquin Chaparro: Transición inevitable

 

 La vía electoral puede entenderse también como un método de protesta ejercida a través del voto para frenar arbitrariedades y, en este caso, la catástrofe venezolana. El gobierno nacional es el único responsable de lo que pasa acá, de la gran tragedia que cada día se agiganta.

El único camino para salir de esta crisis es el electoral, la gran oportunidad tan cerca y esperada para impulsar el gran cambio de rumbo seguro hacia la paz social y estabilidad institucional. El pueblo en la calle tiene la obligación de ser el mejor observador internacional y defender la victoria a costa de lo que sea el próximo 6 de diciembre. La oposición debe tomar la iniciativa en el sentido de exigir sistemáticamente al gobierno que abandone su línea de amenazas y se ajuste al mandato de la Constitución y las leyes.

El gobierno de Maduro no tiene apoyo de base, de la gente de carne y hueso, y es el único responsable de la peor crisis que haya vivido el país, por ello, la transición del alto gobierno al dialogo directo de cara al pueblo es inevitable y hoy nos toca ser la voz de la mayoría incluyendo al chavismo arrepentido y acorralado. Nos corresponde como oposición fomentar el diálogo y acuerdos que sean favorables para solucionar las calamidades que estamos soportando.

Uno de los grandes retos es volver a la institucionalidad, a la vida civil en el país. Porque un país donde el precio de un kilo de leche, carne, pollo, arroz, café, azúcar, caraotas compromete el salario mínimo, o donde la mensualidad de un colegio es superior al ingreso mensual del venezolano o  sencillamente aquel  que piensa diferente sea tratado como un delito y el estamento militar sirva para reprimir, sencillamente no puede llamarse país y mucho menos ser esa la vida consagrada en la CONSTITUCION.

El voto es la clave para transitar ese camino de cambio. Llegó el tiempo de mostrar que ninguna mayoría puede ser ejercida para aplastar a las minorías. La culpa del desastre en Venezuela es el socialismo del siglo XXI. Este socialismo ya no se aguanta y desde la perspectiva institucional debemos frenar su expansión como forma de vida porque es la ruina de los venezolanos.

Con el socialismo del siglo XXI desapareció la producción nacional y los  salarios de los trabajadores son miserables, de allí que es ineludible la transición en paz y nos conviene a todos hasta al propio Nicolás Maduro.

Twitter: @joaquinchaparro.

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