El clamor para que el presidente de Guatemala, Otto Pérez Molina, renuncie al cargo por su presunta participación en actos de corrupción va en aumento y hoy en diversos puntos del país han comenzado concentraciones y suspensión de labores en algunas universidades.
EFE
Algunas tiendas y centros comerciales también han cerrado como medida de prevención por la manifestación que se prevé sea multitudinaria y pacífica.
En el ingreso de la capital por la ruta al Atlántico han sido destacados agentes de la Policía, según constató Efe, y la ministra de Gobernación (Interior), Eunice Mendizábal, explicó que es en medida de prevención.
La funcionaria, quien llegó a las afueras del Palacio Nacional de Cultura acompañada del viceministro de Seguridad, Elmer Sosa, dijo que los agentes van a respetar el derecho de manifestación.
Con carteles que dicen “yo no tengo presidente, renuncia ya”, los sectores de la sociedad civil se están concentrando en distintos puntos de ingreso a la ciudad para luego enfilar hacia el Centro Histórico.
Una de las principales demandas de la protesta que hoy cumple tres días es la renuncia del mandatario, contra quien el Ministerio Público y la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (Cicig) solicitaron el pasado viernes un antejuicio por actos de corrupción.
El Congreso tiene previsto conocer este mismo jueves el caso e integrar una comisión al azar de cinco diputados, quienes deberán recomendar si se le levanta o no la inmunidad al jefe de Estado.
En las últimas horas, la Procuraduría General de la Nación (PGN) y la Contraloría General de Cuentas, ambas del Estado, exhortaron a Pérez Molina a renunciar a la Presidencia para evitar la “ingobernabilidad”.
El pedido de dimisión del mandatario inició el pasado 25 de abril, ocho días después de que el MP y la Cicig desmantelaran la red de defraudación aduanera conocida como “La Línea”.
El juez Miguel Ángel Gálvez, presidente del Juzgado B de Mayor Riesgo, envió ayer a prisión preventiva a la exvicepresidenta del país, Roxana Baldetti (2012-2015), por existir pruebas racionales de su participación en la organización criminal.
Baldetti, quien fue detenida el pasado viernes, fue acusada formalmente de los delitos de asociación ilícita, caso especial de defraudación aduanera y cohecho pasivo.
Pese a las demandas, Pérez Molina se ha aferrado al cargo y el pasado domingo, en un mensaje a la nación, negó categóricamente su participación en “La Línea”.
En escuetas declaraciones a periodistas antes de abandonar la Torre de Tribunales, la exvicepresidenta dijo que no cree que el presidente esté implicado en corrupción