Las cosas ya no son como solían ser; el trabajo y las responsabilidades te absorben cada vez más tiempo, tu cuerpo se cansa más rápido e inevitablemente los años pasan a velocidad luz.
Es por ello que debes aprovechar al máximo el tiempo que te queda antes de tener aún más responsabilidades, de que cambien al cien por ciento tu forma de vida, como casarte o tener un hijo.