A lo largo de la cola que se hace a diario en el Gran Abasto Bicentenario de la avenida Intercomunal hay jóvenes que “marcan” los puestos y cobran entre Bs 200 y 400, dependiendo de lo cerca que queden del portón de entrada.
Florángel Farías / El Tiempo
Argelia Gómez, asistente de laboratorio, optó por pagarle a un muchacho para que le guardara el puesto, tras enterarse de que este miércoles venderían dos pollos y un kilo de leche por persona.
Ana Silva, quien vende agua en los alrededores del supermercado, contó que son como tres o cuatro muchachos los que se dedican a “marcar” los puestos.