Tras cinco años de guerra, los sirios están en una situación desesperada por lo que mientras no se solucione el conflicto, la comunidad internacional debería ayudar a los que huyen y piden asilo en terceros países.
Esta es la recomendación de la Comisión de Investigación de la ONU sobre Siria que hoy presentó su décimo informe sobre las atrocidades que allí se cometen.
“En lo primero que hay que fijarse es en las cifras. Los países de la región acogen a 4 millones de sirios como refugiados. A Europa llegan unos 250.000 y se arma todo esta crisis. Europa debería demostrar, como lo ha hecho en el pasado, que es capaz de ayudar a personas totalmente desesperadas”, indicó en la rueda de prensa de presentación del informe el presidente de la comisión, Paulo Sergio Piñeiro.
El experto recordó que los sirios están sufriendo “lo inimaginable” por lo que pidió solidaridad con aquellos que arriesgan sus vidas en peligrosas travesías en busca de una vida mejor.
“Lo que vivieron en Siria y lo que sufren en el trayecto es indescriptible, por eso hay que concederles su derecho al asilo cuando lo solicitan”, agregó Piñeiro.
El propio informe pide a la comunidad internacional que “asegure el espacio de protección de los solicitantes de asilo y a los refugiados, y que cumplan con el principio de no deportarlos”.
Los expertos, además, piden a los países a los que se dirigen los refugiados que creen más vías legales para las personas que buscan protección, como la expansión de los programas de asentamiento, la flexibilización de la política de visados, la reunificación familiar o los programas académicos.
La Comisión de la ONU recuerda que proteger los derechos de los solicitantes de asilo y refugiados es una obligación a la que están sometidos todos los Estados y por lo tanto todos tienen que cumplir lo establecido en los tratados internacionales de los que son parte integrante.
Los expertos mostraron su frustración por el bloqueo del Consejo de Seguridad de la ONU que ha impedido hasta la fecha no sólo establecer vías efectivas en busca de una solución negociada, sino que perpetúa la impunidad de los crímenes al no establecer un mecanismo de investigación judicial.
“La impunidad total que reina respecto a las violaciones en Siria es una vergüenza”, sentenció la exfiscal Carla del Ponte, otra de los miembros de la comisión.
Del Ponte renegó del hecho que el Consejo de Seguridad no haya sido capaz en cinco años de referir el caso a la Corte Penal Internacional (CPI) o a un tribunal ad hoc para poder juzgar a los culpables.
Dicho esto, la exfiscal, recordó que la comisión sigue colectando evidencias de crímenes y que las tiene todas clasificadas y listas para enviar a una eventual instancia judicial.
De hecho, explicó que mantienen “colaboración” con varias instancias judiciales de “varios Estados” que están investigando bajo el paraguas de su jurisdicción nacional o al amparo de la jurisdicción internacional crímenes que les competen.
“Pero que quede claro, estas investigaciones son de personas de bajo rango o combatientes extranjeros. Actualmente no hay capacidad de investigar a los altos responsables de los crímenes, es por ello que hay que referir el caso a la CPI o a un tribunal ad hoc”, explicó Del Ponte.
Hasta la fecha la comisión ha realizado 4.000 entrevistas personales a refugiados en terceros países, dado que el régimen no les permite entrar al país a pesar de que oficialmente invitó de forma individual a Del Ponte, que sigue esperando la autorización.
Mientras, sobre el terreno se siguen cometiendo atrocidades regularmente y, según relata el informe, “la violencia es endémica, y lamentablemente está proliferando y extendiéndose”.
“Civiles sirios de todos los orígenes han sido sometidos a crímenes contra la Humanidad y a crímenes de guerra, así como a otras violaciones de la ley humanitaria internacional y grandes violaciones a sus derechos”, reza el texto, que enfatiza que “estas transgresiones son masivas”.
Específicamente, el informe relata cómo el régimen de Bachar al Asad ha cometido tanto crímenes contra la humanidad como crímenes de guerra al haber asesinado, exterminado, torturado, violado, desaparecido y atacado indiscriminadamente a la población civil.
“Bombardeos indiscriminados y desproporcionados por parte del Ejército llevó a muertes masivas y a extender el terror”.
Por su parte, los grupos armados que luchan contra el Gobierno han cometido crímenes de guerra tras asesinar, ejecutar, torturar, y atacar lugares protegidos.
Específicamente, la comisión acusa al grupo Jabhat Al Nusra de reclutar y usar niños en las hostilidades.
El grupo terrorista Estado Islámico (EI) “ha cometido asesinato, tortura, violación, esclavitud sexual, reclutamiento de niños, y ataques a lugares protegidos entre otras exacciones”.
Consultada sobre si las exacciones del EI podrían constituir genocidio, Del Ponte dice que hay indicios de que así podría ser, pero para poder determinarlo habría que llevarse a cabo una investigación sobre el terreno que por ahora es imposible. EFE