Pues resulta que en China se ha detectado que algunos conductores cuando lamentablemente se llevan a algún peatón de corbata, lejos de tener la atención de proporcionarle ayuda en lo que llega una ambulancia, pues deliberadamente lo “rematan”… esto no es parte de una de esas modas locas que luego se sacan… sino que es la forma en la que llevan a la práctica el viejo adagio: “es mejor golpear y matar que golpear y herir”.
La explicación del loco-gandalla-mortal fenómeno es –como en muchas cuestiones de la vida– relacionada con el dinero: en China, cuando alguien atropella y el golpeado en cuestión sobrevive, se es responsable de los gastos médicos de la víctima… de por vida, lo cual puede llegar a representar millones de yenes, dependiendo de la manufactura del trancazo. En cambio, si el atropellado por desgracia muere, simplemente se está obligado al pago de lo equivalente a 30-50 mil dólares.