Después de una larga travesía por parte de los padres y representantes para poder comprar los uniformes y útiles escolares para el período escolar 2015-2016, el cual osciló por alumno en no menos de Bolívares 40.000 y de sortear en muchos hogares venezolanos quién de los hijos podrá estudiar y quien no debido a la imposibilidad económica para satisfacer la educación de todos los miembros de la familia en edad de escolaridad, se da inicio a las clases a nivel nacional, con un cincuenta por ciento de los planteles educativos en pésimo estado, con un gremio de maestros y de profesores insatisfechos por los sueldos y salarios hambreadores a los que son sometidos y a una serie de incumplimientos laborales que vienen arrastrando desde hace varios años con promesas incumplidas por parte del gobierno y con un limbo en materia del pénsum educativo porque nunca dejan claro qué contenido catedrático verán nuestros hijos por asignaturas y con la molestia de que utilicen la educación como pretexto para sembrar ideologías manipuladas de la dizque revolución en nuestros hijos.
A apenas unas horas de dar inicio al nuevo año escolar, directivos y docentes aún desconocen la planificación que regirá las actividades en las aulas así como las labores administrativas de las instituciones educativas. El presidente de la Federación Venezolana de Maestros (FVM), Orlando Alzuru, denunció que no han recibido el Calendario Escolar 2015-2016 y que anteriormente, este se daba a conocer previo al comienzo de clases y se colocaba en la entrada de las escuelas, lo que consideró grave porque el calendario escolar es fundamental para la planificación, debido a que debe tenerse claro cuáles son los días libres, las efemérides y otras especificaciones para estar claros tanto padres como representantes, porque el país no puede tener desconocimiento de las condiciones en las cuales se va a aplicar la educación en los planteles educativos y sí están acordes con una educación plural, diversa y sin manipulación ideológica o política de este gobierno quien ha pretendido de manera absurda y abusiva cambiar la historia venezolana e incorporar sucesos y pasajes a conveniencia del PSUV.
No se puede obligar a docentes y alumnos a celebrar fechas impuestas por el oficialismo, tampoco se puede permitir la transculturación de los principios y valores consagrados en nuestra carta magna, también resulta inconcebible que a nuestros niños y jóvenes les den la bienvenida con mensajes políticos y no educativos como los territorios de paz, la justificación de guerras, consignas revolucionarias y marchas que nada tienen que ver con el carácter educativo y pedagógico que por derecho merecen nuestros muchachos.
Está previsto que cerca de 10 millones de estudiantes se incorporen a clases de manera paulatina. Unos 5 millones 845 mil 984 niños y jóvenes acudirán a las escuelas oficiales, 3 millones 473 mil 886 de primaria y 2 millones 372 mil 098 de secundaria, y más de 4 millones de alumnos en las instituciones privadas. Según el calendario escolar tendrá 161 días de clases y no los 180 días mínimos que establece la Ley Orgánica de Educación. No obstante, es imperante y obligatorio que tantos los maestros pero especialmente los padres y representantes estén pendientes de vigilar a diario la educación que reciben nuestros niños y reforzar con verdaderos valores morales su papel ante la sociedad porque esta educación de la Quinta pretende a través de las aulas de clases manipular las mentes de nuestros niños desde sus inicios como que sí se tratara de aulas de guerra y no de capacitación. Con una nueva mayoría en la Asamblea Nacional, sin lugar a dudas obligaremos al Ministerio de Educación a revisar el pénsum educativo y a hacer las correcciones a que hagan lugar porque el curso de la historia no se cambia con ideologías ni manipulaciones, sino con hechos y verdades y los venezolanos merecemos una educación de calidad.
@ismaelprogreso