Grecia celebra hoy sus segundas elecciones anticipadas del año en un ambiente tranquilo y marcado por la apatía y la desesperanza que han caracterizado el ánimo de los griegos durante la campaña electoral.
Pese a puntuales incidentes, que se registraron a primeras horas de la mañana, cuando grupos de desconocidos rociaron con pintura las sedes de Syriza y Nueva Democracia, la jornada electoral transcurre con normalidad en todo el país, según señaló la primera ministra del Gobierno interino, Vasilikí Zanu, después de ejercer su voto.
En Grecia no se dan cifras de participación, pero los analistas apuntan a que puede haber una alta abstención debido al desencanto general que se percibe en la calle.
Dos horas después de la apertura de los colegios electorales, habían votado sobre todo personas mayores, las más madrugadoras.
“Yo desde luego no he votado y creo que habrá mucha gente que tampoco. ¿Para qué? Son todos iguales, son todos payasos que nos cuentan las mismas mentiras desde hace años. Que entreguen de una vez el país a Alemania y tengamos la fiesta en paz”, decía indignado un taxista de 42 años, que lamentó no ver futuro para él y para su familia.
Nada en esta ocasión recuerda al ambiente que se vivía hace tan solo ocho meses, cuando el izquierdista Syriza era el favorito de todas las encuestas y finalmente rozó la mayoría absoluta.
Tsipras era visto entonces por muchos como la última esperanza para plantar cara a Europa y enderezar el país.
Ahora apenas conserva este aura, como se hizo visible en el momento de su votación.
Diez minutos después de la hora anunciada, Tsipras llegó a su colegio electoral, donde esta vez le esperaban un pequeño grupo de simpatizantes y un número de medios mucho menor que en las dos anteriores citas con las urnas.
Según cifras de la secretaría de comunicación, para estas elecciones hay 214 periodistas extranjeros acreditados, menos de la mitad de los que había en las pasadas.
Sofía, una profesora de cuarenta años, forma parte de los que han acudido a mostrar su apoyo a Tsipras.
Defiende que el Gobierno de Syriza no tenía otra opción, teniendo en cuenta la grave situación social, que firmar el tercer rescate, pero asegura que sigue confiando en Tsipras porque es el único que puede aplicarlo poniendo a la gente por delante.
Así lo ve también Eleftheria, una joven estudiante de Economía, que asegura que “es muy importante que la gente entienda lo críticos que son estos días para Grecia y que acuda a las urnas”.
“La diferencia ahora -asegura- es que, aunque hemos perdido en las negociaciones, no debemos rendirnos, porque podemos conseguir mejores términos y condiciones que tengan nuestra visión política”.
Otros, como Pandelis y Spyros, ambos ingenieros, han apostado por un partido antiausteridad, que se posiciona en contra de la aplicación del programa de rescate.
“No tengo ninguna esperanza de que la situación cambie tras las elecciones. El Gobierno anterior nos ha traicionado”, afirma Pandelis, de 52 años.
Los colegios electorales cerrarán a las 16.00 GMT, cuando de dan a conocer las encuestas a pie de urna.
Los primeros resultados se empezarán a conocer dos horas después, cuando se estima que se haya recontado alrededor del 10 %.
Hacia la medianoche es posible que haya una imagen más o menos clara del vencedor, ya que se habrá escrutado en torno al 50 % de los votos, pero ello depende de los partidos que estén cercanos al 3 %, la barrera de entrada en el Parlamento.
Si hay dos o más partidos que estén cercanos a este porcentaje, puede que no haya un resultado definitivo hasta primeras horas del lunes. EFE