Tachirenses alarmados por el alto costo de los quesos y embutidos

Tachirenses alarmados por el alto costo de los quesos y embutidos

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Comer se ha vuelto casi imposible en nuestra entidad andina, por la escasez en mercados, supermercados, abastos y bodegas de alimentos indispensables para lograr una dieta sana y la carestía que han sufrido los mismos, y que muestra lo poco que funcionan las instituciones.

Marina Sandoval Villamizar/ La Nación

Y si los productos sencillos para lograr un almuerzo balanceado son difíciles, los desayunos e incluso las cenas están amenazados, porque generalmente se hacen con embutidos y quesos, que según los consumidores, “se han vuelto un alimento de lujo”.

La arepa, por ejemplo, a la que incluso le han dedicado un día de homenaje, y por eso Venezuela es conocida a nivel internacional, no falta quien la esté comiendo sola, porque la charcutería “está incomprable”, y las alternativas que son la mantequilla y los huevos, están en condición similar, según diferentes usuarios consultados en establecimientos de venta de esos artículos.

Si alguien da testimonio de esa realidad es Blanca Caicedo, funcionaria: ¿Que si ha subido la charcutería? Demasiado, ahí se le va a uno el cesta-tique y le hace falta plata, no alcanza para comprar charcutería, de que ha subido ha subido.

— Uno podía comprar un cuartico de jamón, un cuartico de queso, ahorita no, ahorita medio kilo de queso vale 800, antes a uno le alcanzaba el cesta-tique, uno compraba sus “salchichitas”, su “quesito”, su “jamoncito”, todo eso, agregó.

— ¿Qué hace ahora para el desayuno?

—Ahora a comer arepitas con otra cosa, con “huevito”, aunque ahora el huevo también está carísimo, 35 bolívares vale un huevo, la mantequilla tampoco se consigue, entonces toca purita, mija, arepita sola.

Socorro Díaz, considera los embutidos “una comida de lujo. Eso es comida de lujo, yo no me muero por eso, siempre ha sido para otro tipo de gente, la plata no me alcanza para jamón o cualquier embutido, la arepa con mantequillita me gusta, pero como no la he conseguido, me la como así. Yo compraba medio kilo de queso y un kilo de mortadela, ahorita compro un cuartico y no todo el tiempo, eso se ha vuelto nuevamente un artículo de lujo, me lo compraré cuando me den un bono especial en la empresa, de resto no, porque el sueldo no me alcanza”.

Otro que sufre por la situación es Gerardo Fonseca, jubilado, que considera que la “charcutería está bastante cara, de un momento a otro subió exageradamente, acabo de comprar un kilo de queso llanero, me salió en 750 bolívares, el jamón, lo que se puede comprar ya, es el más económico, el fiambre, uno sabe que es maluco para la salud, pero hay que comprarlo porque los muchachos piden, está a 900 bolívares el kilo y compré medio kilo, generalmente yo compraba era el de pierna, que está como a 2 mil 500, pero ahora no se puede, después se bajó a espalda, pero está incomprable, ahorita estoy en fiambre y después será en mortadela, que está como en mil 200 bolívares, más o menos. Ahorita acabo de preguntar por la salchicha y está en mil 200 bolívares el paquete de veintidós”.

Fonseca manifestó que le ha tocado comprar “cosas más chimbas, como se dice, comprar menos calidad en cuanto a la comida, en toda mi vida yo compraba para los desayunos y algunas cenas de la semana, medio kilo de jamón de pierna, y un kilo de queso mozarela, ahorita lo que estoy comprando solamente es medio kilo de queso llanero y jamón, ahí uno va guapeando, la crema de leche también está por las nubes, no la he vuelto a comprar desde hace tiempo”.

Quienes devengan varios sueldos mínimos no pueden dejar de evocar aquellos tiempos en que con el mismo sueldo podían comprar productos de su gusto para la primera o la última comida del día. “Yo compraba pedacitos de queso llanero, guayanés, “mantequilludo”, como cuatro tipos, y ahorita si el llanero vale 800, el guayanés es más costoso, el “mantequilludo” es más caro, la alternativa está siendo el llanero.

Johana Sánchez, también devenga varios sueldos mínimos, al igual que su esposo, pero también ha visto reducir la calidad en la mesa familiar. “En dos meses, quizás en menos, es casi imposible comprar charcutería, por ejemplo, yo siempre compraba pechuga de pavo, que valía como mil bolívares, pero de un “golpe saltó” a 2 mil bolívares, la estoy sustituyendo por pechuga de pollo que conseguí, un “milagro”, y me la venden a 970 bolívares, porque vale entre mil 600 a mil 700, a veces he comprado el de pierna, que vale mil 300  y mil 400, y valía como 600 y 700 bolívares. Yo nunca compraba jamón de pierna”.

Johana dijo que con el queso la situación es similar. “Queso blanco nunca lo comía, ahora compro llanero, a 700 bolívares, para rallar para la “arepita”, no sé cuánto valía antes porque nunca lo compraba, compraba varios tipos de queso, mozarela, amarillo, y más nunca compré porque el amarillo valía 800 bolívares y ahora está a 2 mil 400 bolívares el kilo. Compraba un kilo de jamón y me lo ponían en bandejitas de un cuartico y lo congelaba, ahora compro menos; la tocineta, doscientos gramos me valen 300 bolívares.

Por el aumento de la carne

Quienes venden charcutería y quesos dicen que ha subido “considerablemente” entre 30 y 40 por ciento por el aumento de la carne. Aunque en algunos establecimientos defienden que los venden más económicos, de manera que un paquete de salchichas de carne de 800 gramos está entre mil 100 y mil 200 bolívares; la de pollo entre 450 a 500 bolívares el paquete de 450 gramos; el jamón de espalda está entre 900 y mil bolívares; el fiambre entre los 700 a 750 bolívares; el de pierna entre mil 200 y mil 400 bs; la pechuga de pavo y de pollo a mil 200 bolívares; la mortadela a 600 bolívares el kilo y estaba en 500 bolívares, el chorizo parrillero lo compran a 700 bolívares el kilo.

Aseguran por otra parte que, los precios del queso se han mantenido aunque hay lugares en que son más costosos. El amarillo lo pueden conseguir a mil 400 bolívares; el semiduro llanero en 600 bolívares; el tipo Paisa está por el orden de los 900 y mil bolívares; la crema de leche está en 480 la de medio kilo y a 260 la de cuarto.

Han disminuido las ventas

Luis Rincón, vendedor del sector, imagina que han bajado las ventas por los gastos que ocasiona el inicio del año escolar y cree que la tendencia mejorará. Explicó que “hay gente que compraba un kilo y hoy en día compra medio kilo, la que compraba medio kilo, compra un cuarto, así defendiéndose. Los precios de los huevos se han mantenido, están en el orden de los 700 bolívares el cartón”.

Señaló que “hay gente que no tiene cómo acceder a consumir estos productos y los ha dejado de comprar, a la gente que le gusta el queso amarillo, hace ocho meses que lo compraba en 400 o 500 bolívares un kilo, hoy día vale mil 600, entonces se cambian ya para el “quesito” llanero semiduro que está más barato”.

Ojo con el bachaqueo interno

Y a la hora de hablar de escasez y precio, no falta quien haga sugerencias, como Gerardo Fonseca, quien espera que “todo mejore. El bachaqueo interno es el que nos tiene embromados y nos afecta el bolsillo familiar, están bachaqueando al mismo pueblo, y las personas tienen que conseguir de una u otra forma los alimentos y si les venden un kilo de harina caro lo compra, entonces están los bachaqueros venezolanos que le expenden al mismo venezolano”.

Considera que esa situación “hay que denunciarla, ahora se está haciendo a nosotros mismos, porque quien trabaja, tiene horario de ocho a doce y de dos a seis y no puede ir a hacer una cola en un Mercal o un Bicentenario. El bachaqueo daña la economía del bolsillo del venezolano, porque la plata se queda acá, pero nos está afectando a los que no podemos ir a hacer una cola”.

 

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