Un caso emblemático de la opresión chavista

Un caso emblemático de la opresión chavista

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La temperatura suele acercarse al mediodía a los 90 grados Fahrenheit en el centro penitenciario de Uribana, en el norte de Venezuela, pero el calor retenido por el asfalto de la cancha deportiva era mucho mayor y atormentaba a los reos que habían sido obligados a acostarse desnudos –bocabajo y con las manos en la nuca– sobre la ardiente superficie, publica El Nuevo Herald.

Entre ellos se encontraba Raúl Emilio Baduel, joven dirigente del partido opositor Voluntad Popular, quien se esforzaba por permanecer inmóvil bajo la mirada hostil de los efectivos de la Guardia Nacional que custodiaban al grupo de reos. Pero el asfalto se había convertido en una sartén hirviente, imposible de tolerar, y Raúl Emilio terminó moviéndose.

Además de las costillas rotas, Raúl Emilio –hijo del también enjuiciado general Raúl Isaías Baduel– terminó con varias quemaduras, incluyendo en sus genitales. Pero estas lesiones no son las únicas que ha sufrido desde que le arrestaron en marzo del 2014 por participar en las manifestaciones estudiantiles contra el régimen de Nicolás Maduro.

Raúl Emilio, junto con su compañero Alexander Tirado, conocido como “El Gato de Aragua”, está entre los presos políticos más emblemáticos y más maltratados del régimen, siendo seleccionados específicamente para servir como casos ejemplarizantes y aterrorizar a través de ellos al resto de la población, explicó Mora Tosta, quien se encontraba la semana pasada en Miami.

“Sin estar haciendo absolutamente nada, sino ejerciendo el derecho a la protesta pacífica, fueron detenidos arbitrariamente, torturados y condenados a ocho años de prisión”, dijo Mora Tosta, quien antes de pasar por Miami estuvo en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA, en Washington, actualizando los expedientes de los jóvenes, junto con los de otros presos políticos que él representa.

Con el arresto y encausamiento de “El Gato” y de Baduel (hijo), el régimen estaba enviando un mensaje al sector estudiantil, dándole a entender qué podían esperar si seguían participando en manifestaciones contra Maduro en las calles, mientras que con el caso del general Baduel, el mensaje estaba dirigido al sector militar.

“Ellos siempre buscaron aterrorizar a la sociedad venezolana con casos ejemplarizantes como estos. En el ámbito militar, como querían dominarlo para que nadie se enfrentara al gobierno, metieron preso al general Baduel”, explicó Mora Tosta.

Excepto que el caso del general Baduel generó grandes odios dentro de la estructura chavista, y el temor del régimen hacia el encarcelado general, quien aún goza de prestigio, es visto como una de las razones detrás del maltrato a su hijo.

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