El número de muertos por un alud en Guatemala subió a 29 el sábado desde los 25 registrados hasta el día anterior, mientras rescatistas, soldados y pobladores realizaban una intensa búsqueda de los cerca de 600 desaparecidos por uno de los peores desastres ocurridos en el empobrecido país centroamericano. Reuters
Tras días de intensas lluvias, parte de una colina se desprendió la noche del jueves y toneladas de lodo cayeron sobre un centenar de casas en el barrio El Cambray 2 ubicado en Santa Catarina Pinula, una pequeña villa a 15 kilómetros al sureste de Ciudad de Guatemala.
“Hasta el momento han ingresado 29 personas fallecidas a la morgue que se ha instalado en el puesto de comando”, dijo Julio Sánchez, portavoz del cuerpo de Bomberos Voluntarios.
Casi 900 bomberos, efectivos del Ejército y otros empleados del Gobierno entraron al lugar en la madrugada con máquinas excavadoras para retirar toneladas de tierra y árboles del lugar, mientras familiares y amigos esperaban angustiados y trataban de ayudar en las tareas de rescate con palas en sus manos.
“Venimos a ayudar en la búsqueda de las familias. La víctima era un amigo del trabajo y por eso estoy aquí con mi pala, esperando encontrarlos”, dijo a Reuters Carlos Girón, de 35 años y operador de una fábrica.
La montañosa Guatemala es de las naciones más vulnerables del mundo a los desastres naturales por las intensas lluvias y huracanes que afectan a su territorio pero además por la extendida pobreza, que lleva a muchos a vivir en zonas peligrosas.
Pese a que autoridades habían advertido hace tiempo del riesgo para barrio El Cambray 2, fundado en 1999 al pie de una colina y cerca de un río, el asentamiento siguió creciendo en los últimos años mezclando casas de bloques de cemento con otras más inestables de madera y lámina de zinc.
La catástrofe es la peor que se recuerda en Guatemala desde que en 2005 cientos de personas quedaran sepultadas en Panabaj, en el municipio de Santiago Atitlán, debido a las torrenciales lluvias que dejó el huracán Stan. El lugar fue declarado cementerio ante la imposibilidad de recuperar todos los cuerpos.
Fotos Reuters