Ken va de Jesús crucificado y Barbie esconde sus curvas como la Virgen de Guadalupe: son 33 representaciones de los muñecos pop devenidos santos para la exposición “Barbie the plastic religion”, considerada por algunos como un sacrilegio y que llega a una galería argentina.
AFP
“Si existe una Barbie niñera, una domadora y hasta una astronauta, ¿por qué no puede haber una Barbie Virgen María, que es uno de los íconos populares más fuertes de la historia de la humanidad?”, se pregunta la artista plástica Marianela Perelli, consultada por la AFP en su taller de Rosario (300 km norte de Buenos Aires).
Hace más de un año los autores anunciaron su exposición inminente, pero una lluvia de amenazas por cartas y correos electrónicos firmada por fanáticos religiosos indignados los llevaron a cancelar aquel montaje.
Sin embargo, el próximo sábado 17 de octubre las Barbies convertidas en la diosa hinduista Kali, Yemanjá u orishá del yoruba, así como Ken transformado en San Cayetano o el argentino Gauchito Gil, podrán ser vistos en el mismo lugar donde se planeó originalmente, la galería de arte POPA, en el barrio La Boca de Buenos Aires.
“No cambiamos nada de nuestras figuras, de hecho mantenemos el Ken crucificado y la Difunta Correa que fueron por los que más protestaron, pero estamos avisando la muestra más cerca de la fecha”, explicó Perelli.
Según la artista han recibido algunas quejas ya, pero no como el año pasado.
“Insistimos en presentar nuestra muestra porque es arte, son 33 piezas únicas, trabajadas minuciosamente como se trabajan todas las obras”, indicó en Rosario, adonde llegaron decenas de curiosos y periodistas antes del viaje a Buenos Aires.
La muestra, ideada por Perelli y su pareja, Emiliano Paolini, se originó tras un viaje a México que coincidió con el Día de los Muertos. En esa ocasión los cautivó la fusión de lo sagrado y lo pagano tan presente en ese país.
“Es una reinterpretación moderna de entidades santorales tradicionales”, agregó Paolini.
Entre altares y títeres
La pareja trabaja y vive en un departamento-taller que pasa por juguetería y santería. En un ambiente colorido conviven altares paganos, estampitas de santos, títeres colgando, cuadros enormes y estatuas de todo tipo.
Ahí están listas para exhibirse 10 Barbies representando patronas de Sudamérica, otras tantas de santas argentinas, 15 Ken para mostrar “las 15 maneras de mirar a Cristo” y 10 capillas luminosas.
“La religión y las Barbies son dos ideas populares y universales. Nosotros quisimos hacer una fusión de estas dos tradiciones desde el amor y la fe, sin agresión ni ofensa hacia ninguna religión”, dijeron, casi a coro.
La pareja, todavía sorprendida por la repercusión de la exposición, defiende su trabajo con pasión sin entender el rechazo.
“Somos personas religiosas y espirituales que hicimos este trabajo desde el amor y el respeto”, dijo Paolini.
Empaquetadas en sus cajas originales, las Barbies y Ken devenidos santos están cuidadosamente acomodados en una luminosa habitación que oficia de taller por las noches, cuando los artistas encuentran su mejor inspiración.
Trato ortodoxo para una Barbie
Por encima de su aspecto de Barbies, las estatuillas realmente lucen como cualquier representación de virgen gracias a un cuidado trabajo con yeso: el respeto “se nota en la estética que les dimos, que es totalmente ortodoxa”.
Los atuendos y colores de los muñecos fueron realizados a imagen y semejanza de las imágenes sagradas.
“La Barbie representa un estándar de belleza contemporáneo. Las vírgenes han sido más gordas o más flacas según las épocas. En esta época, ese estándar de belleza femenina bien puede ser el de Barbie”, aseveró el artista plástico.
Aunque el viento sopla a favor este año para que su arte se despliegue ante el público, persiste la polémica con su representación de la Difunta Correa, santa popular del noroeste argentino.
Desde su santuario en Paraje Vallecito, en la provincia de San Juan, Daniel Rojas, el administrador del lugar de fieles, explicó a la prensa que enviaron una intimación a los artistas “pidiendo que dejen de lado la presentación”.
“Si no lo hacen accionaremos judicialmente contra ellos. Tenemos que salvaguardar la imagen de la Difunta Correa y la fe de todas las personas que creen en ella”, apuntó Rojas.
Pero Perelli y Paolini siguen sin entender. “Es como si la Coca Cola protestara o demandara a Andy Warhol, salvando las distancias, claro, pero no entendemos esta postura frente a nuestra propuesta”, dijo con desconcierto la artista.
Fotos: Pool&Marianela / Facebook