Actos como estafa, robo de información confidencial, manipulación de equipos y redes sociales o chantaje a través de cibersexo son claramente delitos informáticos. Giztab
El problema es que no todos los crímenes digitales que se cometen son tan obvios, por lo que debes tener cuidado, ya que es posible que en estos momentos seas un auténtico cibercriminal y ni siquiera lo sepas, tal como advierten desde Aldama Informática Legal.
Las mayores posibilidades de conexión y el incremento de la presencia en la red, son algunos de los factores que están impulsando este tipo de crímenes hasta su punto más álgido, lo que a su vez, impulsa las posibilidades de cometer un delito.
Por esto, es necesario ser conscientes de los riesgos que tomamos al realizar todo tipo de acciones en la red, ya que los cibercrímenes, son fácilmente rastreables. Para ello, debes conocer algunos de los delitos más comunes y que al mismo tiempo, presentan una mayor probabilidad de que lo puedas cometer sin darte cuenta.
Los delitos informáticos más comunes
Espiar el móvil de tu pareja: Ya sea por celos o por desconfianza, una práctica común es revisar el móvil de tu pareja para descubrir infidelidades o mentiras. Pues bien, esto es un delito. “Muchas personas ‘cotillean’ los mails, WhatsApp o SMS de terceras personas, lo cual atenta contra el secreto de las comunicaciones y la intimidad. Esto, que es tan cotidiano, si además se usa para algún fin, puede acabar con penas de prisión, como muestra una reciente sentencia que condena a más de un año de prisión a una persona por espiar el WhatsApp de su pareja” señalan desde Aldama Informática Legal.
Grabar sin consentimiento: Casos como grabar a tu pareja siéndote infiel, filmar escenas de cibersexo o guardar fotos íntimas, todo esto sin consentimiento, son considerados delitos que pueden incurrir en multas o incluso penas de cárcel.
Hacerse pasar por otro: Algo que puede ser totalmente inocente e incluso una broma, como hacerte pasar por otro en redes sociales, chats o llamadas, puede ponerte en problemas. Es cierto que, por lo general, se considera delito cuando buscas aprovecharte de la suplantación, sin embargo, si quieres evitar cualquier inconveniente, mejor pensárselo dos veces y no hacerlo.
Amenazas en redes sociales: Todo el mundo ha sentido alguna vez el impulso de amenazar o insultar a través de las redes sociales, ya sea a políticos, artistas o cualquier otra persona. Esto es totalmente normal hoy en día, pero si lo hace, debe saber que le puede acarrear grandes problemas ante la justicia, explican desde Aldama.
Revelar secretos: Dejando de lado la idea de que los secretos solo los puede tener una empresa o un político, publicar un secreto o intimidad de una persona a través de las redes sociales o por mensajes, aunque sea un amigo, si no existe consentimiento se puede considerar un delito.
Acoso: Es cierto que la línea entre lo que se considera acoso y lo que no, es muy delgada y totalmente subjetiva. Así, lo que para uno puede ser un claro ejemplo de acoso sexual, para otro puede ser una ‘persecución’ amorosa totalmente inocente. Por todo esto, es un tema muy a tener en cuenta a la hora de enviar mensajes, ya que en una u otra interpretación, puede derivar un delito informático.
Contenido pedófilo: Uno de los delitos más graves que se pueden cometer sin darse cuenta es descargar material de internet y que dentro haya contenido pedófilo. Este es un caso muy grave que en la mayoría de los casos, el usuario no tiene conocimiento de que está almacenando o distribuyendo algo completamente ilegal. Ante esto, el peritaje informático puede demostrar si los documentos han sido visionados y especialmente si se tenía conocimiento de su existencia.