Los partidos políticos exigieron a la banda terrorista ETA que se desarme y se disuelva al cumplirse hoy cuatro años de que anunciara el fin de su actividad violenta, tras varias décadas de atentados.
EFE
El 20 de octubre de 2011 ETA puso fin a más de cuatro décadas de terrorismo, en las cuales asesinó a 856 personas y practicó el secuestro y la extorsión con la finalidad de conseguir la independencia de los vascos respecto al Estado español.
Cuatro años después los partidos destacaron la necesidad de asentar la convivencia en el País Vasco (norte) sin olvidar lo ocurrido.
En febrero de 2014 la banda anunció que dejaba fuera de uso operativo parte de su armamento, pero no ha procedido al desarme definitivo, a pesar de que las formaciones democráticos se lo han pedido reiteradamente.
Mientras tanto, la acción de las Policías española y francesa ha continuado y en septiembre pasado fueron detenidos en el sur de Francia los dos principales dirigentes de ETA.
Asimismo, ha continuado la labor de la Justicia, con juicios a activistas de la banda, tanto en España como en Francia.
El presidente del Gobierno autónomo vasco (lehendakari), Iñigo Urkullu, resumió el sentir de los partidos al afirmar que ETA “tiene todavía mucho camino que recorrer: el desarme completo, el reconocimiento del daño injusto causado y su disolución”.
El Ejecutivo vasco también critica que el Gobierno español, del PP (centroderecha), no haya favorecido el final de ETA con iniciativas como el acercamiento de presos etarras al País Vasco, una vieja petición de sus familias.
El pasado 30 de septiembre la banda hizo público un comunicado en el que aseguraba que “ya ha recorrido la mayor parte de su trayectoria”, pero puntualizaba que sigue adelante el objetivo de que en el futuro el País Vasco pueda conseguir formar un Estado propio.
La última víctima de ETA fue un agente de Policía francés que murió en marzo de 2010 en un tiroteo con tres presuntos miembros de la banda que intentaban robar en un concesionario de coches en una localidad del sur del país. EFE