“La diferencia de un movimiento fresco, novedoso e independiente está en la no dependencia del Estado-Pdvsa para atender la pobreza, sino en la consciencia ciudadana hacia el prójimo, hacia el vecino desvalido…”
“A la pregunta [Venebarómetro] sobre”Personalidad de Cambio”, un 40% de los votantes lo harían por una persona diferente al chavismo y a la oposición”
En el reciente estudio de Venebarómetro/Sep. 2015, resulta revelador el fenómeno de la tercera vía. Hablo de la emergencia de un movimiento independiente en Venezuela. Tal como se desprende de la citada encuesta nacional, la gente de ambos polos apuesta a “caras nuevas” en la reconducción del país. Lo interesante es como viene creciendo tal #tendencia, que no dudo quedará plasmada en las elecciones parlamentarias.
Lo primero es batir donde está la “bóveda política”. Cuál es el target donde se encuentra la mayor cantidad de votantes. Es la escala 18 a 50 años de edad, que agrupa un 80% de la población votante, donde un 50% pertenece al sector C o clase media/baja. En los sectores populares es donde se ancla la polarización, siendo que en los sectores A/B, la disidencia registra una inclinación favorable. El reto es migrar los sectores humildes de la población quienes por ser más vulnerables son más persuasibles por el Estado-gobierno, por contar con “recursos”. Pero la ineficiencia de gestión de Maduro lo ha llevado a un rechazo de un 80% (in crescendo), que hace que un 65% del oficialismo pida cambio. En términos netos según Venebarómetro/septiembre 2015, la intención de voto sería así: 38% oposición, 28% independientes, 17% PSUV, 16% NS/NC. Lo interesante es evidenciar cómo desde abril/15, la tendencia independiente ha escalado de un 23% a un 28% (+5pts), siendo que el PSUV ha descendido en el mismo periodo de un 26% al 17% (-9pts). La oposición representada en la MUD -actores políticos convencionales- registra una tendencia estable que va del 32% (Abril) al 40% (Junio) y al 38%(Septiembre). Esta fotografía nos permite tres conclusiones: i-La oposición se estanca alrededor de un 40% y no sube significativamente. ii- El oficialismo desciende progresiva y significativamente. iii- Los independientes suben progresiva y significativamente, con posibilidades de equiparar a la oposición por inclinación de los Ni-Nis(NS/NC) a favorecer candidaturas independientes.
El segundo dato pasa por analizar qué oferta política (liberal, socialista o progresista), capta la mayor preferencia del electorado. Si la mayor porción de migración de preferencias proviene de sectores populares pro-Chávez (sector C/oficialista) divorciados del madurismo, queda claro que un movimiento que luzca como desprendimiento del chavismo, tendría un terreno favorable para captar ese chavismo decepcionado que no migra a la oposición. Pero lo ideal es “una cara nueva”. A la pregunta [Venebarómetro] sobre”Personalidad de Cambio”, un 40% de los votantes lo harían por una persona diferente al chavismo y a la oposición (destacado nuestro); un 31%, por candidatos de la MUD; un 10% por un candidato oficialista diferente al PSUV (como Marea Socialista), y un 6% por un candidato diferente de la MUD pero de oposición (Vente). Vale decir que la tercera vía puntea la migración de preferencia (40%), pero no tiene cara definida; seguida por una inclinación al liderazgo independiente oficialista (10%/tipo MS), que a su vez supera levemente la disposición por un independiente opositor (6%/tipo MCM o HF). De este modo, aquella opción que se desprenda de manera palmaria de sus ejes de identificación (chavismo u oposición), asumiendo un movimiento independiente integrador, progresista; que aliente el reencuentro, el trabajo, la corresponsabilidad social, la paz y la justicia no retaliativa, tiene el camino abonado como out sider.
No podemos descartar que de la dinámica social (fatigada, protestataria, incontenida, volátil), surja un rostro debutante-súbita, mesiánica y determinadamente; sea un celebro-debutante-gendarme o civil, común en situaciones de conflicto social, fractura, ingobernabilidad o alta intensidad grupal. Venezuela anhela nuevos actores con propuestas liberales (que por no atreverse a arengarlas, no lo valoran), que asuman el cambio promoviendo la propiedad privada, al emprendedor, el empresario, al hecho creador y la justa ganancia como real factor de prosperidad, ascenso y progreso. Cualquier oferta política de una tercera vía, debe combinar el mercado, la competencia y la productividad-como modelo económico- con acciones ciudadanas y de gobernanza autogestionaria contra la pobreza, más allá de controlar el Estado-botín/festín petrolero (que se acabó). La diferencia de un movimiento fresco, novedoso e independiente está en la no dependencia del Estado-Pdvsa para atender la pobreza, sino en la consciencia ciudadana-sensible y contributiva- hacia el prójimo, hacia el vecino desvalido.
Si bien la oposición capitaliza una carga de preferencia de un 40% vs. un oficialismo con un 23%, es notable alertar que las preferencias opositoras son fragmentarias, mientras la del PSUV (20%) es amalgamada. La militancia de “la-Unidad” registra una portafolio variopinto, representada en la MUD con 8%, PJ 7%, VP 6%, AD 3%, UNT 3% y Copei 0.8%. Así la tercera vía se nutre de los divorciados de Maduro y los despechados de la MUD. Y si la oposición no cumple expectativas y no obtiene mayoría el 6D, la nueva mayoría será la tercera vía, la “gran jabalina” de la polarización.
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