Argentina, Venezuela y Brasil enfrentan un panorama económico especialmente “complicado” dentro de la crisis global, afirmó este miércoles un alto funcionario del Fondo Monetario Internacional (FMI), reseña AFP.
En Argentina el escenario es “muy complicado”, dijo el director adjunto para América Latina del FMI, Robert Rennhack, en un foro del Brookings Institute.
Pero al menos hay consenso sobre la necesidad de realizar ajustes a una economía fragilizada por la baja de las exportaciones, falta de inversiones y una inflación que roza el 30%, agregó.
En el país suramericano, que celebra elecciones presidenciales el domingo, “nadie está negando que hay que hacer un ajuste (en 2016), solamente (se discute el) cómo y cuándo”, señaló Rennhack.
Toda América Latina y el Caribe está siendo afectada por la crisis económica global y verá contraer su economía en 2015, con poco margen de acción para estimular sus finanzas, aunque se espera un leve repunte el próximo año.
En su informe de octubre, el FMI corrigió a la baja sus expectativas económicas para la región de julio, previendo una contracción de 0,3% en 2015 y un crecimiento de 0,8% en 2016.
Para el especialista del Fondo, las economías de Colombia, Perú, Chile y México disfrutan de mejores condiciones que sus vecinos ante ese panorama adverso.
Pero el “complicado” escenario también perseguirá a la principal economía de la región, Brasil, y a la potencia petrolera Venezuela, señaló.
En Brasil, séptima economía mundial y otrora estrella de los emergentes, el bajo desempeño económico -el país se contraerá 3% en 2015- se sumó a los escándalos de corrupción cuyas ramificaciones llegan a aliados de la presidenta Dilma Rousseff.
Aunque la situación ha creado meses de incertidumbre política, el especialista cree que el revuelo institucional y político a la larga servirá para limpiar las cuentas públicas y “quizás en 10 años el país va a ser mucho mejor”.
Pero en Venezuela el “manejo” del gobierno ante la caída de los precios del crudo “no es bueno”.
El país suramericano podría terminar el año con inflación de tres dígitos, en medio de una profunda escasez y severos controles de precios y de divisas.
El escenario también es difícil en Ecuador, doblemente afectado por los bajos precios del crudo y la apreciación del dólar, la moneda que adoptó el país hace 15 años.
Aunque el gobierno del presidente Rafael Correa reconoce las dificultades, sus opciones son limitadas porque “no tiene la opción de cambiar su moneda”, señaló Rennhack.
AFP