“Poco encontré en el CV de Maduro y su heredada revolución. Ni me queda claro en qué parroquia de Caracas nació.En fin…”
Justin Trudeau (1971), es el segundo Primer Ministro (PM) más joven electo en Canadá. Es hijo del ex-PM Pierre Trudeau, quien gobernó Canadá por 16 años (1968-1984). Su madre es Margaret Sinclair: escritora, actriz y fotógrafa e hija del ministro de pesca canadiense James Sinclair. Trudeau es un joven que se presenta como espontáneo, fogoso, frontal y deportista. Más de una vez lo he encontrado trotando sin camisa, con “vetusta indumentaria” y sin escoltas, por las veredas de Mount Royal. De un simple intercambio de palabras se percibe el espíritu sano, alegre, irreverente y sincero.
Revisando sus notas curriculares (CV), vemos que Trudeau es un hombre bien preparado. Estudió en la Univ. de McGill, donde se licenció en literatura y en la Univ. de Columbia Británica, donde obtuvo licenciatura en educación. Desde niño era simpatizante del Partido Liberal (PL). En la escuela ya era conocido por ser ávido defensor del federalismo que impulsó su padre, quien abogaba por una sociedad bilingüe y equitativa, y era contrario al separatismo del Quebec. A pesar de su juventud, llega al poder con un notorio arraigo político, convicciones liberales, buen récord académico y un demostrado espíritu demócrata y pluralista.
No fue hasta octubre-2000 durante su intervención en el funeral de su padre en la basílica de Notre-Dame/Montreal, cuando aparece en la escena pública a los 28 años. El resto, una sólida carrera ascendente. En 2007 Trudeau fue elegido por los militantes del PL de Canadá, como candidato en la circunscripción de Papineau. Consiguió ganar el escaño venciendo a la diputada saliente, Vivian Barbot del Bloque Quebequés (BQ), lo cual fue un gran logro de cara al arraigo del BQ en la provincia. En 2011 fue reelegido en momentos que el PL pasó a ser tercera fuerza política. En 2012 compitió con otras 5 candidaturas, Martin Cauchon, Deborah Coyne, Martha Hall Findlay, Joyce Murray y Karen McCrimmon, para liderar el PL, arrasando en 2013 con el 80,1% de los 104.000 votos emitidos.
El pasado 19-10-2015, Justin Trudeau ganó las elecciones generales de Canadá, derrotando al conservador Stephen Harper, quien tenía 10 años en el poder. El PL alcanzó la mayoría absoluta en la Cámara de los Comunes, con el 40 % de los votos, logrando 184 de los 338 escaños, frente a los 99 del Partido Conservador y los 44 de los socialdemócratas NPD. Tuve el privilegio de presenciar la 42 Elección General de Canadá. Daba gusto ver cómo los candidatos se presentaban en debates televisados, con absoluto respeto y sentido de sana y tolerable discrepancia ideológica, sin revanchismos, ni ofensas. Las elecciones se celebraron un lunes (no en domingo), en una jornada de votación de 9:00 a.m. a 9:30 p.m., donde de los 23MM de inscritos, 17mm (70%), salieron en ejercer su derecho… después de salir del trabajo; sin colas, ni tumultos. A las 8 p.m. (hora del Este), ya se sabían los resultados de la Zona Atlántica. Y a media noche -hora de cierre del Pacífico (British Columbia)- comenzaban a emitirse los resultados correspondientes a 340 distritos y una decena provincias. En menos de una hora -con una “angustiante” exactitud- un reporte final informaba con cuantos votos, escaños y porcentajes -sic- había ganado Justin Trudeau. Poco después de hacerse oficial su victoria, los líderes de los partidos vencidos, Stephen Harper (P.M. conservador saliente), Thomas Mulcair (NPD) y Guilles Duceppe (BQ), expresaron sus felicitaciones al nuevo P.M., y su apoyo por la construcción de un Canadá unido y fortalecido. Asumieron su responsabilidad por la derrota, su dimisión como líder conservador (caso Harper), su llamado a continuar su lucha y su satisfacción por el cumplimiento de una jornada democrática, transparente y ejemplar. Al día siguiente, Trudeau se apareció en una estación de metro populosa de Montreal, a estrechar manos y dar las gracias, sólo.
La victoria liberal se debió a la ansiedad de cambio, garantizada en la personalidad joven, abierta, pujante y moderna de Trudeau, quien no escatimó en decirle a Harper cada segundo de la campaña “¡estoy listo para el “cambio real” y reabrir las puertas de Canadá al mundo!”. Arrasaron en el Atlántico canadiense (todas las curules) y barrieron Toronto. Notablemente ganaron 40 de los 78 escaños de Quebec, al dominar Montreal los conservadores perdieron 60 escaños y los nuevos demócratas (NPD) -oposición oficial- cayó al tercer lugar con 44 escaños. En su mayor parte su apoyo desertó en favor de los liberales. La caída de los conservadores y neosocialistas/NPD tuvo su causa en la percepción bélica de los votantes, más su estrecha visión migratoria; discriminación religiosa y rigidez económica y fiscal, alejada de EEUU, su principal cliente comercial.
Canadá mostró al mundo su frescura, relevo y madurez política a través del liberal Justin Trudeau. Poco encontré en el CV de Maduro y su heredada revolución. Ni me queda claro en qué parroquia de Caracas nació. En fin… Pero estoy seguro que nuestro “cambio real por una nueva vida para Venezuela”, llegará muy pronto. Ganas, reservas humanas y materiales, ¡sobran!
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