Cuando saltó de la cama, de inmediato supo que algo malo pasaba. Recibió la llamada que su negocio estaba envuelto en llamas. Se trataba de una perfumería, ubicada en la calle 31 con carrera 23, llamada la Perla Dorada del Centro, reseñó El Impulso.
Pérez, propietario del establecimiento, recordó que hace tres años, había pasado por una situación similar, lo había perdido todo. Pero en esta oportunidad, al llegar a su negocio, se percató que algo andaba mal, faltaban algunas cosas.
Al revisar con cámaras externas, se dieron cuenta que no fue un incendio cualquiera, el mismo fue provocado y es que un grupo de delincuentes llegó a la perfumería en la madrugada, utilizó una pata de cabra, forzaron las santa marías y se introdujeron al local.
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