Un poco de estrés es bueno, pues hace que algunas personas trabajen mejor bajo presión o que encuentren formas más rápidas y prácticas de llevar a cabo diferentes tareas en sus labores diarias. No obstante, mucho estrés puede hacer que las personas comiencen a padecer dolores físicos e incluso dificultades emocionales.
A continuación te enumeramos los síntomas a los que debes estar alerta:
Entrar en pánico con frecuencia
No lograr concentrarse
Sentir que hay demasiadas cosas de su trabajo/estudio que no soporta
No poder “vivir en el momento”
Sentirse abrumado
Tener sed constantemente
Latidos rápidos y fuertes
Mariposas en el estómago (por nervios)
No está durmiendo lo suficiente
Come demasiado, o por el contrario, muy poco
Está en mal estado físico: el gimnasio no está en su vocabulario pero sí la comida rápida
Tiene dolores de cabeza frecuentes
La solución, en la que ambas fuentes coinciden, está en hacer pausas mientras se trabaja. Comer alimentos saludables, beber agua y hacer ejercicio para relajar la mente.
Vía Pulzo