Un activista chino falleció cuando se encontraba bajo arresto sin que las autoridades hayan aclarado las causas de su deceso, denunció hoy su familia en declaraciones.
EFE
Este no es el primer caso de este tipo y, según organizaciones de derechos humanos, evidencia la impunidad de las autoridades que cometen “abusos” en el país, donde la tortura en las cárceles es rutinaria, como constatan informes de ONG como Chinese Human Rights Defenders.
Zhang Liumao fue detenido en agosto pasado acusado de “alterar el orden”, una acusación comúnmente utilizada por las autoridades contra activistas o disidentes, y murió hace dos días en un centro de detención de Cantón (sur de China), en “extrañas circunstancias”, denunció la hermana de Zhang, Zhang Wuzhou.
La hermana del activista explicó a Efe que, después de meses en los que Zhang no pudo tener acceso a un abogado y “nadie” les informó de su ubicación, las autoridades les llamaron para comunicarle su muerte.
“Nadie nos ha explicado cómo o por qué murió”, dijo sin poder contener el llanto.
La hermana pide ver el cuerpo y que se aclare si el activista “sufrió algún tipo de tortura” mientras se encontraba bajo arresto.
Según cuenta, Zhang sufría de cáncer nasal y había recibido quimioterapia antes de ser detenido en agosto.
El cuerpo sigue en manos de las autoridades, que preguntaron a la familia si querían que fuera incinerado. “Antes queremos verlo”, insistió Zhang.
De acuerdo a su familia, el activista fue detenido el 15 de agosto en una redada policial, en relación a su trabajo para una revista “no oficial” de Cantón.
Su caso recuerda al de otros activistas que murieron bajo custodia, como Cao Shunli, a quien las autoridades negaron la asistencia médica hasta que tuvieron que trasladarla a un hospital, o el popular monje Tenzin Delek Rinpoche este verano. EFE
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— ??? (@weiquanwang) noviembre 4, 2015