Tribunales en Bangladesh sentenciaron a muerte el domingo a seis personas que torturaron y mataron a dos niños a inicios de año.
AP
Samiul Islam Rajon, de 13 años, murió en julio de ser golpeado brutalmente. Un video de 28 minutos de Rajon pidiendo ayuda a gritos mientras era golpeado fue publicado en línea y se volvió viral, escandalizando a una nación habituada por mucho tiempo a la violencia contra los niños.
En el segundo incidente, Rakib Hawlader, de 12 años, murió en agosto luego de que su antiguo empleador en un taller de autos utilizó una boquilla para bombearle aire por el recto hasta llenar su cuerpo, en represalia por renunciar a su trabajo.
El juez Akbar Hossain Mridha encontró al principal sospechoso en la muerte de Rajon, Kamrul Islam, y otras tres personas culpables de torturar fatalmente al niño y condenó a los cuatro a muerte. Otros cuatro involucrados en la paliza mortal fueron sentenciados a periodos en prisión que van desde un año hasta cadena perpetua.
En el video de la golpiza a Rajon, grabado con la cámara de un celular, se escucha al niño gritando de dolor y suplicando a sus atacantes: “No me golpeen, por favor, voy a morir, voy a morir”. Los agresores se rieron del chico cuando les pidió agua.
Como muchos niños pobres en Bangladesh, Rajon fue obligado a dejar la escuela para trabajar y ayudar a su familia, en su caso vendiendo vegetales.
El principal sospechoso huyó a Arabia Saudí, pero fue detenido ahí y deportado el mes pasado a través de la Interpol para enfrentar juicio.
Por otra parte, también el domingo, el juez Dilruba Sultana afirmó que el propietario del taller de autos y un empleado habían torturado a Hawlader, quien después murió en un hospital. Ambos fueron sentenciados a muerte.