Frente al inmenso desastre nacional el régimen del Socialismo del Siglo XXI se escuda en una escandalosa charlatanería política, acompañada de una inmoral campaña de intimidación a la ciudadanía para que se abstenga a ir votar en su contra.
Los temas favoritos del régimen son las conspiraciones para asesinar al Presidente, cuestión nada original copiada del difunto y además artimaña permanentemente recurrida por Fidel Castro, otra es la de los golpes militares para desalojarlos del poder. Ya los venezolanos hemos perdido la cuenta de cuantos magnicidios golpes de estado han sido denunciados por el régimen donde los responsables son los sospechosos habituales: la oposición apátrida, el imperialismo, bla bla, sin una sola prueba sin que de eso haya resultado ni siquiera un preso, un juicio. Son cosas planteadas con la mayor irresponsabilidad por quien se sabe prevalido de la mayor impunidad.
Pero, por supuesto, nada de explicar porque de este país petrolero con control de cambio se han fugado capitales al exterior por más $100.000 mill, o porque estamos endeudados por más de $250.000 mill, y mucho menos como llegamos a ser la economía con el índice de inflación más alto del planeta. El régimen ha rápidamente encontrado a múltiples chivos expiatorios a quienes hacer responsable de la catástrofe del hundimiento nacional en el desabastecimiento la escasez, la destrucción de PDVSA y la pérdida del aparato productivo público y privado, ser uno de los países más inseguros por los elevados índices de homicidio y los niveles más altos de impunidad 96%. Ahí está la Guerra económica, los especuladores, los paramilitares para descargar sobre ellos muy oportunamente la responsabilidad por la desgracia del país.
Ahora en plena campaña electoral cuando las encuestan dan una clara indicación de la victoria de los sectores de oposición porque la ciudadanía está harta de las colas, de los cortes de luz, de agua, de la inseguridad, de la corrupción y de la falta de futuro de sus hijos, se han inventado un discurso verdaderamente delirante dirigido a contener la fuga de votos de su antigua clientela hacia la MUD.
Que hay que “defender las conquistas de la revolución”. Y uno se pregunta ¿Cuáles conquistas? La misión vivienda por ejemplo, que son un verdadero infierno donde la población es rehén del hampa, colectivos armados y sin ningún derecho, donde las razias de las llamadas OLP llegan violando los DD.HH.; o la conquista de haber dilapidado una fortuna superior a los $1,3 billones, o las colas que los venezolanos tienen que hacer para conseguir bienes de primera necesidad, el genocidio ha qué sido sometida la población por el hampa y los colectivos paramilitares del régimen que ha cobrado en estos años más de 250.000 vidas.
Nos encontramos frente a un fenómeno de inversión, sabemos que los medios de comunicación son el campo donde se libran las contiendas electorales y que a la MUD se le ha cortado el acceso a los medios secuestrados por el oficialismo. No obstante, el chavismo ha montado una frenética campaña destinada a convencer a la población de que la oposición quiere desmontar este modelo destructivo; con lo cual sin quererlo le monta la campaña a la oposición porque eso es lo que la población quiere, ese es precisamente el mensaje a trasmitir para derrotar al oficialismo: el mensaje del cambio.
Pedro Vicente Castro Guillen @pedrovcastrog