Diosdado Cabello, presidente de la Asamblea Nacional y número dos del chavismo, afirmó este martes que la Organización de Estados Americanos (OEA) es una “amenaza” para Venezuela, calificando además a la institución como “pervertida, corrompida y desprestigiada”.
AFP
“Hoy la institución más pervertida, corrompida y desprestigiada del mundo como es la OEA, en la voz de sus secretario general, amenaza al pueblo de Venezuela” dijo Cabello en un acto proselitista en el estado Miranda (centro) con candidatos oficialistas para las elecciones legislativas del 6 de diciembre, en respuesta a las críticas de Luis Almagro, secretario general de la OEA, al venidero proceso electoral.
Los cuestionamientos del titular de la OEA -dirigidos en una carta abierta de 18 páginas a Tibisay Lucena, presidenta del Consejo Nacional Electoral venezolano- detallaban que las condiciones “no están en estos momentos garantizadas al nivel de transparencia y justicia electoral”, luego de que la autoridad electoral de ese país rechazara una misión de observación de la OEA.
Para Almagro “estaríamos faltando gravemente a nuestro trabajo si no tuviéramos en cuenta las condiciones en que se desarrolla la campaña electoral en Venezuela”.
Por ello, añadió, “es preocupante que del análisis de esas condiciones tengamos que concluir que, hoy por hoy, las dificultades solamente alcanzan a los partidos de la oposición”.
Según Almagro “ante la más mínima duda sobre el funcionamiento de la democracia, nuestro deber (…) es dar garantías a todos y no desviar la vista ni hacer oídos sordos a la realidad”.
No obstante el diputado Cabello dijo este martes que “no es casualidad” que en los últimos días hayan ocurrido incidentes como la incursión de un avión de inteligencia de la Guardia Costera de Estados Unidos en el espacio aéreo venezolano y que ahora se lancen estas críticas desde la OEA.
El chavismo en reiteradas ocasiones ha afirmado la existencia de planes conspirativos orquestados desde Washington y Bogotá para atacar al gobierno del presidente Nicolás Maduro, aunque sin mostrar pruebas conclusivas al respecto.