La banda irlandesa U2 decidió anular el concierto que iba a dar el sábado en París, después de que una ola de atentados dejara más de 120 muertos el viernes en la capital francesa.
“Debido al estado de emergencia que vive Francia, el concierto de U2 previsto para el 14 de noviembre no se llevará a cabo”, anunció el grupo en su portal.
La banda dijo estar “totalmente decidida” a reprogramar su actuación en el “momento apropiado”.
El concierto debía ser retransmitido en directo por HBO como parte del cierre de su gira mundial.
“Hemos visto con incredulidad y conmoción los acontecimientos en París y nuestros corazones están con todas las víctimas y sus familias”, aseguraron Bono, The Edge, Adam Clayton y Larry Mullen Jr., los cuatro miembros de U2.
El grupo envió sus condolencias a las víctimas de la sala de conciertos Bataclan, donde el viernes actuaron los rockeros estadounidenses Eagles of Death Metal.
“Esperamos que nuestros fans en París estén bien”, agregó.
Pero los irlandeses no fueron los únicos en cancelar sus actuaciones. Foo Fighters, cuyo guitarrista Dave Grohl ha trabajado junto a Eagles of Death Metal, también anunció que interrumpía su gira.
“Debido a esta violencia sin sentido, el cierre de fronteras y el luto internacional, no podemos continuar en estos momentos. No hay otra forma de decirlo. Esto es una locura y apesta”, dijo la banda en un comunicado este sábado.
Foo Fighters también tenía previstos conciertos en Turín, Lyon y Barcelona.
Los británicos Coldplay pospusieron su concierto de este sábado en Los Ángeles que iba a ser retransmitido en streaming. El grupo dijo que tomó la decisión “por respeto” tras “los terribles eventos de París”.
Por su parte, el grupo de rock Motorhead planea seguir adelante con su concierto del domingo en la capital francesa.
Zenith, el mayor recinto musical de la ciudad, aseguró que incrementaría las medidas de seguridad para el espectáculo de Motorhead.
Francia decretó tres días de duelo nacional, además del estado de emergencia, restableció estrictos controles en las fronteras y desplegó fuerzas de seguridad adicionales en la capital, incluyendo 1.500 militares.
Al menos 120 personas fallecieron y más de 200 resultaron heridas en la ola de atentados simultáneos que sufrió París.