Con cafeína o sin ella, ambas versiones de café mostraron tener beneficios, según la investigación de científicos de la Harvard Chan School of Public Health, publicado en la revista especializada Circulation.
EFE
El estudio comparó a las personas que no toman café, o que toman menos de dos tazas al día, con aquellas que afirmaron tomar cantidades “moderadas” de café, es decir hasta cinco tazas al día.
El estudio no probó una relación causa-efecto entre el café y la menor probabilidad de padecer algunas enfermedades, pero sí descubrió un aparente vínculo que coincide con estudios previos y que los científicos seguirán estudiando.
“Los compuestos bioactivos del café reducen la resistencia a la insulina y la inflamación sistemática”, dijo el principal autor de la investigación, Ming Ding, estudiante de doctorado en Nutrición.
“Esto podría explicar algunos de nuestros hallazgos. No obstante, se necesitan más estudios para investigar los mecanismos biológicos que producen estos efectos”.
En este trabajo no se halló un efecto protector contra el cáncer, como habían señalado algunos estudios previos.
El actual estudio se basó en datos de tres grandes encuestas a unas 300.000 enfermeras y otros profesionales de la salud, sobre sus condiciones médicas y hábitos a lo largo de 30 años.
“En toda la población estudiada, el consumo moderado de café se asoció al riesgo reducido de muerte por enfermedad cardiovascular, diabetes, enfermedades neurológicas como el mal de Parkinson y el suicidio”, indicó el estudio.
Los investigadores tomaron en cuenta posibles factores de confusión, como el tabaquismo, la masa corporal, el ejercicio, el consumo de alcohol y la dieta.
Pero el hecho de que la investigación se base en encuestas en las que los individuos reportan su propio comportamiento eleva interrogantes sobre su fiabilidad.
Y los expertos advierten que el café puede no ser adecuado para todos.
“El consumo regular de café puede ser incluido como parte de una dieta saludable y balanceada”, dijo Frank Hu, coautor del trabajo y profesor de nutrición y epidemiología en Harvard.
“No obstante, algunas poblaciones como las mujeres embarazadas y los niños deben tener precaución con el consumo de cafeína”.