La presidenta argentina Cristina Kirchner, una peronista de centroizquierda, acordó el martes en una reunión con su sucesor, el liberal de derecha Mauricio Macri, la formas de la transición y traspaso del poder dentro de 16 días.
AFP
El encuentro duró una hora en la residencia oficial de Olivos (periferia norte de Buenos Aires). Macri había anunciado el comienzo de un “cambio de época” en el país, dividido a la luz del ajustdo balotaje del domingo en que se impuso por menos de tres puntos a Daniel Scioli, el candidato apoyado por Kirchner.
“Fue una reunión muy cordial. Tendremos el 10 de diciembre una linda ceremonia de traspaso”, dijo Macri. Pero de pronto se interrumpió por el tumulto de periodistas, policías y algunos partidarios. Giró sobre sus talones y dejó el lugar por otra salida. El gobierno no formuló comentarios.
Fuentes macristas habían comentado a la prensa que uno de los pedidos a Kirchner era las renuncias anticipadas de dos altos funcionarios kirchneristas, la Procuradora Fiscal (jefa de fiscales), Alejandra Gils Carbó, y el jefe del ente regulador de medios audiovisuales, Martín Sabbatella. Por ley podrían mantenerse en el puesto, pero Macri intenta nombrar a otros funcionarios.
“Me deseó la mejor de la suertes y me citó”, había declarado Macri, de 56 años, al mencionar una llamada de la presidenta. El alcalde derechista de la capital se impuso en el balotaje al peronista de centro y oficialista Daniel Scioli por 51,4% a 48,6%, una ajustada diferencia que condicionará su gestión.
El jefe de Estado electo avanzó el martes en anunciar dos puestos en su gabinete. La canciller será Susana Malcorra, jefa de gabinete del secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon. El secretario del sistema público de radio, televisión y agencia de noticias Télam será el actual ministro de cultura de la ciudad, Hernán Lombardi.
Desde Nueva York, Ban expresó sus felicitaciones a Malcorra y destacó su dedicación, liderazgo y la forma como se ganó el respeto internacional “en uno de los más turbulentos periodos de la historia de la ONU”.
Macri había señalado que la reunión con la Presidenta tenía el propósito de fijar parámetros de una “muy corta transición”. Pocas veces ambos han compartido escenarios, pero la relación personal es buena.
– Gabinete sin superministro –
Macri dijo que no contará con un “superministro” de Economía, a la vieja usanza, sino con un equipo de seis ministros y un coordinador: Hacienda y Finanzas, Producción (ex Industria), Infraestructura (ex Planificación), Agricultura y las nuevas carteras de Energía y de Transporte.
El nuevo gobierno recibirá un país desendeudado y con bajo desempleo (5,9% en el tercer trimestre de 2015), pero con temas críticos como la inflación, la restricción a la compra de divisas, la caída de las reservas (por debajo de 26.000 millones de dólares) y la desconfianza en las estadísticas oficiales.
“Vamos a generar reglas del juego claras para que todo el mundo sepa que se puede invertir. Vamos a estabilizar el valor de la moneda bajando la inflación. Vamos a tener un único mercado de cambios, como en toda Latinoamérica”, prometió Macri.
El martes dijo a la prensa que levantará las restricciones a la venta de dólares el 11 de diciembre, tras asumir, aunque el lunes había dicho que lo haría cuando estuvieran dadas las condiciones.
“Habrá un único tipo de cambio donde el Banco Central va a intervenir para que esté administrado”, insistió. Toma como referencia el precio del dólar en el mercado paralelo (15,25 pesos) y no el oficial a 9,68 pesos.
Según Macri, “el problema no es la devaluación, sino la inflación”, de dos dígitos desde 2008.
Otras promesas suyas son la apertura de importaciones, la reducción de subsidios y la eliminación de impuestos a las exportaciones agrícolas, reclamadas por los grandes productores.
– Consensos y oposición K –
Kirchner recibió el lunes a Daniel Scioli y acordaron mantener una oposición “propositiva y constructiva”.
“La presidenta lleva la política en la sangre. No la veo alejándose de la política”, señaló a la AFP el analista Rosendo Fraga, de la consultora Nueva Mayoría.
Fraga agregó que la presidenta “va a intentar a los pocos días de dejar el poder, ser una suerte de líder de la oposición, con la idea de volver al poder en la elección de 2019 o en otro momento”.
Macri, encausado por escuchas ilegales, será el primer presidente electo por voto popular que no es ni radical socialdemócrata ni peronista, los dos partidos que monopolizaron la política argentina en 100 años, salvo en los períodos de dictadura o fraude.
Deberá gobernar sin mayoría en el Congreso controlado en ambas cámaras por el Frente para la Victoria, el partido de Kirchner.