El juicio que debía comenzar este lunes en el Vaticano para juzgar a cinco personas, dos de ellos periodistas, acusados de divulgar documentos confidenciales, fue retrasado una semana a petición de la defensa de una de las acusadas.
AFP
“Para mí, esto no fue una sorpresa. Esto no me impide dormir, porque se puede ver el trabajo que se ha emprendido”, declaró el Sumo Pontífice, interrogado sobre este asunto en una conferencia de prensa que tuvo lugar en el avión que lo lleva de regreso a Roma tras su primera gira africana.
“No estamos en la época de Lucrecia Borgia”, comentó con sentido del humor, agregando que él mantiene su voluntad de continuar “limpiando” y luchando contra la corrupción en el pequeño Estado pontificio.
Durante la audiencia que comenzó este lunes en la mañana en el Vaticano, Francesca Chaouqui pidió un aplazamiento para estudiar los antecedentes y poder introducir eventualmente nuevos elementos, tras haber conseguido ser representada por un abogado de su elección.
La consultora de Relaciones Públicas de 34 años está acusada de haber filtrado a dos periodistas documentos sobre malversación de fondos y despilfarro en la Santa Sede.
Los dos periodistas, Gianluigi Nuzzi y Emiliano Fittipaldi, autores de sendos libros sobre la corrupción en la Curia Romana, lanzados el 5 de noviembre pasado, han sido acusados ??de “divulgación ilícita” de documentos confidenciales.
En el juicio también están procesados el prelado español Lucio Ángel Vallejo Balda, de 54 años y su colaborador, Nicola Maio, de 37 años, a quienes se les acusa de haber formado una “asociación criminal organizada” con el fin de divulgar noticias y documentos que afectan “los intereses” de la Santa Sede.
“¿Nueva inquisición?”
Se trata de la primera vez que el Estado más pequeño del mundo procesa a dos periodistas, un hecho calificado por la prensa italiana de “nueva Inquisición”.
Todos los acusados se arriesgan a ser condenados a hasta ocho años de prisión, después de que la Santa Sede endureciera la normativa para estos casos después de que el mayordomo de Benedicto XVI, Paolo Gabriele, divulgara una serie de documentos sobre el papa alemán.
El lunes, la audiencia debía estar centrada en las declaraciones de Vallejo Balda, detenido desde hace un mes, y de Chaouqui, que afirma que todavía no sabe de qué cargos le imputan exactamente.
“No entiendo nada”, dijo a los periodistas tras la breve audiencia del lunes. “No hay ninguna prueba en mi contra. Necesito más tiempo para entender por qué estoy aquí”, añadió.
El tribunal aplazó el proceso hasta el 7 de noviembre, acabando con las esperanzas del Vaticano de terminar con el proceso antes de inicio del Jubileo, que comienza el 8 de diciembre.
Desde hace algunos días, la prensa italiana publica detalles adicionales sobre la vida personal de los acusados, especialmente centrándose en una declaración del 8 de noviembre citada por el diario La Repubblica de Vallejo Balda en el que asegura que Chaouqui intentó seducirlo.
“No podía sucumbir, siempre tuve en mente las palabras del papa sobre lo sagrado que es el matrimonio”, declaró el cura español que aseguró que la consultora decía que su matrimonio solo era una tapadera para su trabajo como espía.
“Tengo vergüenza de lo que hice con Francesca y cuando envié los documentos, pensé en el escándalo si estos llegaba a saberse”, agregó.
El diario Il Giorno publicó conversaciones de WhatsApp que muestran una gran intimidad entre el cura y la consultora.
En tanto, Chaouqui, actualmente embarazada, desmiente esta versión en las redes sociales.