El régimen sin duda nos quiere pobres, porque de esa manera nos mantiene dependientes de su Estado rentista-clientelar. Si votamos por ellos, la comida y los bienes no se obtendrán por nuestro trabajo sino por la lealtad que les demostremos. Mientras tanto ellos no hacen colas, no sufren la escasez, no les afecta la inflación. Cada día son más ricos y ni siquiera contentos con ello, buscan nuevas formas de ingresos… Y si no existe un parlamento con mayoría opositora la corrupción no será investigada, el presupuesto se dedicará a pagar sus lujos y la desquiciada política económica que nos ha llevado a este caos se ahondará aun más. Ni hablar de la inseguridad la cual no ha dejado de crecer porque simplemente no les interesa combatirlas. Votar en contra del PSUV es una cuestión de supervivencia. Es lograr detener la irresponsabilidad mandando.
Pero no solo es votar en contra del empobrecimiento, sino votar a favor de una propuesta de país (la de la Mesa de la Unidad Democrática, MUD, “la de la manito”) que ha venido sumando voluntades desde hace años. Y que busca retomar el camino de modernización, prosperidad, libertades y consenso que se perdió en el país desde finales de los setenta. La Unidad – no la falsa de William Ojeda establecida para engañar al elector – representa a los nuevos partidos que desean establecer una democracia ciudadana no populista, y a los viejos que se forjaron desde la Generación del 28 y que lucharon porque tuviéramos el voto. Esta gran alianza es la superación del odio, el autoritarismo, la corrupción, la ineficiencia y el despilfarro de estos últimos años. No proponen el abandono de las legítimas conquistas sociales del venezolano (como ha señalado el gobierno de manera mentirosa en algunas cuñas) sino el progreso económico por medio de la necesaria cooperación entre el sector privado y el Estado.
El 6 de diciembre no podemos abstenernos ni votar por los llamados independientes. Abstenerse basados en los defectos del sistema electoral y las posibles trampas por parte del gobierno, es una acción que nos paraliza… y tiende a dejar TODO en manos de otros salvadores. En el pasado reciente, con el voto logramos sacar a Diosdado de la gobernación de Miranda y detener la reforma constitucional cubanizante. Por medio de elecciones se ha vencido el autoritarismo en tantas partes del mundo. Tampoco debemos votar por los “independientes” debido a que han rechazado la UNIDAD, y han satanizado la polarización sabiendo que esta es inevitable cuando se trata de oponerse al desastre actual.
Yo votaré por la MANITO del tricolor nacional (en la esquina, abajo y a la izquierda), para que las elecciones vuelvan a ser una fiesta tal como las viví en mi niñez. Donde ganara quien ganara todos nos abrazábamos en la celebración. Nadie era botado de su trabajo en el nuevo gobierno ni se iniciaba un ambiente de angustia por la posible instalación de una dictadura. Voto en contra de los que desaprovecharon el mayor boom petrolero de nuestra historia para tener como resultado final: 75% de pobres y 25 mil homicidios al año. ¡Es hora de cambiar! ¡Y solo podemos lograrlo votando, defendiendo el voto y apoyando a nuestros líderes para hacer de este cambio la posibilidad de vivir con dignidad!
@profeballa