Estimado Luis Vicente León:
Con gran preocupación he leído su declaración, en el día de hoy, a la agencia de noticias Reuters sobre un aumento del agrado de Nicolás Maduro de 11 puntos faltando horas para las elecciones legislativas de Venezuela.
Debo decirle que un incremento de 11% en el agrado de cualquier candidato, en cualquier elección, indica una tendencia favorable a ese candidato o a lo que él representa y que vaticina ciertamente una modificación en la votación.
Si realmente sus números sobre Maduro indican que, en las últimas tres semanas, dos millones de personas han cambiado su opinión, ya que antes Maduro les caía mal y ahora le cae bien, sin que ningún evento público así lo justifique, o su encuesta antes estaba mal, o lo está ahora.
Además, no es esto lo que indican las encuestas hechas en Venezuela, incluyendo las suyas, que desde hace meses van expresando un aumento notable en el voto contrario al Gobierno y una disminución proporcional en el agrado de sus personeros.
Esa tendencia se explica no como un apoyo al frente oposicionista, sino como un voto castigo claramente expresado y justificado por el alto costo de la vida, la inseguridad y la escasez de productos que sufre Venezuela y que han empeorado.
El aumento de positivos que usted le acredita a Maduro tendría que responder a un hecho mediático brutal, similar al atentado terrorista de Atocha, en España y a la explicación que dio en ese momento el gobierno del Partido Popular y que les constó el poder faltando horas para la elección. Eso no se ha visto en Venezuela, y menos a favor del Gobierno.
La justificación que da usted a la declaración de Reuters sobre la distribución de los indecisos, no afecta para nada la imagen de los candidatos o los personajes nacionales. Afecta los porcentajes de votación al excluir a los indecisos y, en todo caso, aumentaría la ventaja de la oposición de acuerdo a sus mismas cifras.
Debe usted saber que las encuestas indican lo que las cifras dicen y de nada valen las elucubraciones sobre escenarios que en la realidad no se dan. Lo que las encuestas nos están diciendo es que la oposición está ganando en una cantidad grande de circuitos y que esa ventaja, de acuerdo a la tendencia, se está incrementando a favor del voto castigo.
El fraude electoral, que seguramente prepara el gobierno para evitar que la oposición logre las dos terceras partes de la Asamblea y que le permita cogobernar, suele comenzar con una percepción de mejoría de su votación, para de allí justificar el resultados fraudulento que buscan, y su declaración abona ese camino.
En un momento tan grave como el que vivimos, no se puede declarar por declarar, y menos aún creando escenarios que no responden a la realidad y que benefician un fraude electoral.
*Joaquín Pérez Rodríguez ha sido Viceministro de Información del gobierno de Venezuela, Secretario de Organización del Partido Copei, consultor electoral de candidatos presidenciales en Venezuela, Estados Unidos, México, R. Dominicana, Puerto Rico, y ha manejado campañas en toda América desde hace 25 años. Fue el coordinador de la única encuesta independiente que se ha realizado en Cuba.
Publicado originalmente en el Blog de Montaner