La charla surge como fruto de mis vivencias desde el pasado 12 de febrero de 2014 hasta el presente. Este viaje por el tiempo y nuestras tierras, fundamentándolo, en mis fotografías principalmente, tuvo varios propósitos, uno de ellos sensibilizar en la medida de mis posibilidades a la población venezolana, tocando temas como la lucha contra el cáncer y el respeto a las personas con discapacidad, además de interconectarse con nuestra Venezuela y amar cada rincón de ella.
Escogimos este título porque entendemos que, por medio de la observación profunda y meditativa, es posible reconocer que toda tragedia viene acompañada de una oportunidad. Toda crisis trae consigo la forma perfecta para transformarla en algo positivo. Es a través de la observación interna, que se puede visualizar lo que acabo de exponer.
La finalidad más importante de esta ponencia es sensibilizar el alma de quien escucha. La forma en que la expresaremos tiene varios escenarios y anécdotas, pero el fondo siempre es el mismo: trabajar intensamente para contribuir, de alguna manera, con oportunidades a fin de que cada persona sonría y a la vez llore.
Una parte significativa de estas dos funciones será a beneficio de Anaís Miranda Díaz Nieves, una pequeña de 3 años que actualmente se encuentra en una lucha contra un linfoma no Hodgkin de Burkitt.
Un corazón que no llora es un corazón árido.
Isaac Paniza