En opinión del arzobispo de Coro, Roberto Lückert, el papa Francisco no vendrá a Venezuela hasta tanto no se produzca una amnistía, porque ésta sería una pregunta obligada la que le harían y él tendría que fijar posición. Según precisó, los presos políticos deben ser liberados, porque no existen pruebas que los condenen.
“Uno de los grandes errores de quienes están en el gobierno es olvidar que estuvieron presos. Ellos conspiraron contra el país, contra un presidente elegido popularmente y además hicieron un intento de magnicidio contra el presidente CAP y, con todo y eso, les hicieron sobreseimiento a su causa, es decir, les borraron las culpas para que pudieran vivir políticamente con libertad. Todas las acusaciones que tienen contra esa gente (los presos políticos) son pegadas con alfiler, con celotep, no tienen cómo probarlas”, aseguró.
El máximo jerarca de la iglesia falconiana presidió la solemne eucaristía con motivo del Día de Nuestra Señora de Guadalupe, patrona de Falcón y de América. Durante la homilía exhortó a los católicos a revestirse de un gran sentimiento de amor a Venezuela, reseña El Pitazo con información de la Agencia Falconiana de Noticias.
“La responsabilidad de reconstruir el país es de todos y en la Navidad, que es la fecha del amor, el sentimiento que debe prevalecer es reencontrarnos, tanto gobierno como oposición, y hacer un esfuerzo por perdonar, no hacer retaliaciones y ni ser vengativos porque eso no es cristiano”, precisó.
La Asamblea Nacional que se posesionará en el venidero mes de enero tiene, en su opinión, la gran responsabilidad de hacer justicia frente a la corrupción.
“Creo que uno de los graves errores ha sido la impunidad ante los graves delitos cometidos y denuncias de corrupción. No se puede tapar el sol con un dedo y hay que hacer investigaciones serias, no para retaliar al enemigo sino para construir una Venezuela verdaderamente digna que es la que todos queremos. Hay personas que uno los conoció más limpios que talón de lavandera y ahora son prósperos empresarios, con enormes camionetones e inversiones en Miami”, aseguró.
El prelado, quien este año cumple 50 años de ordenado como sacerdote, aconsejó a la feligresía a hacer suyos los deseos del Santo Padre con motivo del Año de la Misericordia, como es incentivar el amor misericordioso con los más pobres, los más abandonados, los presos, los enfermos.
Lückert añadió que “lo que debe distinguir a los católicos cristianos en este Año de la Misericordia, tanto a gobierno como oposición, es la solidaridad, porque esta crisis no es una guerra económica, es que han destruido el aparato productivo del país, porque yo antes compraba Harina Juana, aceite Diana y ahora ya no se consigue, la empresa más grande de papel de América Latina era Venepal y ellos la expropiaron y ahora no se consigue ni papel tualé”.
“En vez de echarle la culpa a los demás que se revisen bien y que todos, gobierno y oposición, nos embarquemos en el barco llamado Venezuela y lo convirtamos en un barco de bienestar, de trabajo, de justicia, en el que podamos vivir con calidad los venezolanos”, aseveró.