El desastre ambiental registrado en una represa ubicada al sureste de Brasil, con residuos de una compañía minera en el estado de Minas Gerais, ocasionó que un nocivo lodo fuera traído por la corriente hacia el Océano Atlántico, lo que es perjudicial para las playas de ese país.
La represa que retiene los residuos mineros de una compañía de mineral de hierro controlada por Vale SA y BHP Billiton colapsó en noviembre, sepultando a comunidades enteras y devastando los parques nacionales.
Ahora, 50 millones de toneladas de lodo se extienden a lo largo de la costa entre los estados de Río de Janeiro y Bahía, convirtiendo las prístinas aguas azules que abarcan cerca de 48 kilómetros de playas en aguas de color marrón, según la agencia ambiental de Brasil, Ibama.
Algunos hoteles y restaurantes costeros, que dependen de las vacaciones de Año Nuevo para obtener una importante parte de sus ingresos, han visto un aumento en las cancelaciones a causa del accidente.